Dicen que fue el emperador romano Constantino I el Grande quien decretó que el domingo (el día del Sol) fuera considerado como el principal día de la semana. Hasta entonces el séptimo día era el sábado, que etimológicamente viene nada menos que del sumerio sa bot: “calma el corazón”. Si a Constantino I no le hubiera dado por cambiar el orden de los días de la semana el sábado hubiera permanecido —como todavía lo es para los judíos, por ejemplo— como día dedicado al descanso (“Y al séptimo día descansó”). En cualquier caso, aunque laborable, el sábado sí es día de descanso para muchos trabajadores, también algunos transportistas, y eso ha contribuido a que la entrada en vigor de los nuevos horarios de carga y descarga pasase ayer desapercibida en el centro de la ciudad.
El propio presidente de la Agrupación Industrial de Hosteleros Segovianos (AIHS), Julián Duque, comentó que no se había producido nada fuera de lo normal, como cualquier otro sábado ordinario, y eso que precisamente la hostelería es la que más puede recibir suministros un sábado por la mañana, al menos en algunos casos.
Advertía Duque, sin embargo, que será a partir de mañana cuando quizá se aprecie el cambio introducido en el centro histórico de la ciudad y señaló que “a las ocho de la mañana la Plaza Mayor es el mayor parking de furgonetas de reparto de España”. En cualquier caso, el portavoz de la patronal de Hostelería daba a entender que habrá momentos determinados a lo largo del año en los que intensas concentraciones de peatones y vehículos volverán a coincidir en puntos como la Calle Real.
Mientras tanto, el concejal de Tráfico, Transportes y Movilidad, Ramón Muñoz-Torrero, decidió pasar la jornada de descanso fuera de la ciudad, lo que da idea de que estaba muy tranquilo y seguro de que no iba a producirse ningún problema este primer día de aplicación de las modificaciones en la Ordenanza de Circulación.
Muñoz-Torrero informó de que será el lunes cuando estará más pendiente y puntualizó que lo que más le interesa es hacer un seguimiento exhaustivo del número y tipología de vehículos que entra en la Calle Real, para lo cual se utilizará un sistema de videovigilancia en accesos y salidas.
El edil también comentó que será la semana del 11 al 17 de abril cuando las modificaciones se aplicarán ya con todo el rigor, aunque restó importancia a la posibilidad de imponer multas por la infracción que supone entrar o permanecer en esta calle peatonal después del horario establecido para la actividad de carga y descarga, ya que “lo que nos interese es que funcione, estamos convencidos de ello, pero ahora ya vamos a comprobarlo en la práctica”.
Hay que recordar que la Ordenanza municipal de Circulación califica como infracción leve realizar operaciones de carga y descarga fuera del horario establecido, salvo que se cuente con autorización municipal, y la sanción para estos casos es una multa de 80 euros.
