Todo sigue igual. La Navidad llega y arrasa con la rutina para someter a las familias a una vorágine de preparativos más o menos indispensables para hacer que estas fiestas sean inolvidables… al igual que todos los años.
Como no podía ser de otra forma, Segovia no se sustrajo a las celebraciones navideñas, y ni siquiera la escasa fortuna del sorteo extraordinario de lotería que preludia las fiestas restó un ápice de entusiasmo a las celebraciones propias de la Nochebuena y la Navidad, tradicionalmente circunscritas al ámbito familiar.
En la jornada del 24 de diciembre, la particular intendencia de cada hogar segoviano ultimaba todos los detalles de la cena de Nochebuena. En los comercios y las grandes superficies, los segovianos apuraban las últimas horas para buscar las viandas que, con arreglo a cada presupuesto, sirvieron para dar el merecido lustre gastronómico a la noche más importante del año.
En las calles, algunos grupos de personas no dudaron en poner su peculiar aportación al ambiente navideño, como el peculiar coro de ángeles que paseaba por las calles del centro histórico de la capital para desear felices pascuas a todos los segovianos, o los espontáneos grupos que pasearon ayer repartiendo alegría, villancicos y buenos deseos para todos.
La Asociación de Comerciantes de la Avenida de la Constitución tampoco quiso faltar a su cita navideña ofreciendo un recio almuerzo a base de huevos fritos y chorizo a clientes y amigos en las inmediaciones de la Cervecería St. Andrews, amenizada por la dulzaina y el tamboril.
Ya por la tarde, los protagonistas pasaron a ser los más pequeños de la casa, sobre todo en los barrios del Cristo del Mercado y San Lorenzo, quienes tributaron una calurosa bienvenida a Papá Noel antes de que iniciar su grata misión de dejar regalos a los pies del árbol.
A bordo de un tren, Papá Noel llegó al Cristo del Mercado, donde en la estación fue recibido por decenas de niños que esperaban su presencia agolpados en el andén. Tras saludar al presidente de la Asociación de Vecinos del barrio, Juan Bautista Mullor, Santa Claus subió a bordo de un impresionante vehículo de época para desplazarse a la recién estrenada sede del movimiento vecinal, donde llevó a cabo el reparto de los regalos.
Tras cambiar el vehículo por un trineo tirado por perros, Papá Noel llegó a la plaza de San Lorenzo gracias al trabajo de la Asociación Cultural El Clan, donde también eran muchos los niños que esperaban al mágico santo para recibir de su mano los tan ansiados regalos navideños.
Por su parte, el alcalde de Segovia, Pedro Arahuetes, quiso compartir junto a varios concejales del equipo de Gobierno unos minutos con las personas mayores de la Residencia Mixta situada en El Terminillo, así como con los agentes de la Policía Local y los efectivos del Cuerpo de Bomberos que se encontraban de guardia en tan señaladas fechas. Arahuetes obsequó a los ancianos y a los servidores públicos con lotes de productos navideños recibidos por el municipio segoviano y compartió los minutos previos a la cena de Nochebuena, que en el caso de Policía Local y Bomberos, transcurrió afortunadamente sin incidencias dignas de resaltar.
El obispo de Segovia, Angel Rubio, se desplazó hasta la cárcel de Segovia para celebrar con cerca de un centenar de internos la “Misa del Gallo”, celebración que suele compartir con los reclusos, a quienes ayer obsequió con un rosario tras la Eucaristía.
