La Misa en latín, que se ha extendido en el mundo entero y cuyos adeptos crecen por todas partes, llega finalmente a Segovia. Se celebrará este domingo a las siete de la tarde (19 h.) en la iglesia de San Sebastián, sita en la Plaza de San Sebastián, y luego todos los segundos y cuartos domingos de cada mes, a cargo de los sacerdotes del Instituto de Cristo Rey Sumo Sacerdote.
En los últimos años, varios países como Estados Unidos, Francia, Italia, Inglaterra o Alemania han visto multiplicarse estas celebraciones, que durante siglos constituyeron la forma habitual de culto en el mundo católico. Actualmente, cerca del 85% de las diócesis americanas celebran al menos una misa tradicional dominical.
Mientras en 1991 estaba presente en 61 lugares de Estados Unidos, hoy lo está en más de 400. En el Oratorio de Brompton, en Londres, 500 personas acuden a esta misa los domingos, lo que supone el doble de la asistencia que se registra en en resto. En Francia, la Misa en latín cuenta con más de 300 lugares de culto, entre los que se destacan diversos monasterios y conventos. Sobrepasado por el número incesante de vocaciones, el monasterio benedictino tradicional de Fontgombault se ha visto obligado a fundar otros cuatro monasterios.
En España el rito tradicional se va abriendo camino sin prisa, pero sin pausa, hasta el punto de que ya son 18 las ciudades en las que está presente: Madrid, Toledo, Córdoba, Tenerife, Pamplona, Málaga, Gijón, Murcia, Sevilla, Barcelona, Valencia, Cádiz, Cáceres, Salamanca, Alcalá, Santander, Gran Canaria, Mallorca, y ahora, Segovia. Más de 300 obispos y cardenales han participado en estas celebraciones. Recientemente lo ha hecho el secretario de la Conferencia Episcopal Española, Monseñor Martínez Camino.
Desde el apoyo decisivo que Benedicto XVI proporcionó a la Misa Tradicional en 2007, ha aumentado extraordinariamente el interés de parte de los fieles y los sacerdotes jóvenes. Aunque entre los asistentes hay gente de todas las edades, destaca poderosamente el número de jóvenes que redescubren su fe a través de esta liturgia plurisecular. Para muchas personas mayores es una hermosa oportunidad de revivir con nostalgia sus años de colegio o sus anécdotas de monaguillos.
La belleza y la profundidad de esta forma de celebración ha suscitado innumerables vocaciones sacerdotales en una época de gran sequía espiritual. Ejemplos como el del Instituto de Cristo Rey Sumo Sacerdote, que con poco más de 20 años de existencia cuenta con 70 sacerdotes y 90 seminaristas en todo el mundo, son una muestra de ello. Su fundador, Monseñor Gilles Wach, que conoce personalmente Segovia, trabaja para acoger y formar todas esas vocaciones.
Blogs, páginas web y redes sociales dedicadas a la antigua misa romana se han multiplicado en los últimos años en internet. ¿Por qué este rito tiene especial atractivo entre la gente joven? Probablemente, el fenómeno tiene que ver con la intensa espiritualidad que transmite la ceremonia, con la belleza de los ornamentos, la profundidad del canto gregoriano que llega al alma y la sacralidad del incienso. Muchos jóvenes regresan a la fe gracias a esta Misa, porque afirman que el rito les resulta más cercano y les habla al corazón. Dicen que a través de la liturgia encuentran más fácilmente a Dios y que el silencio les permite rezar mejor.
La Misa tradicional ha sido considerada durante siglos un tesoro por los Papas. Es la Misa de la mayor parte de los santos cristianos, desde San Juan de la Cruz, San Ignacio de Loyola, San Francisco de Sales, San Juan de Ávila y San Antonio María Claret.
El regreso con fuerza y en todo el mundo de la Misa en latín es una prueba de que las tradiciones no solo no envejecen, sino que parecen revitalizarse y conservar el secreto de la eterna juventud a través de los siglos. El Obispo de Segovia ha querido acoger con benevolencia la petición hecha por un grupo de segovianos entusiastas para que Segovia pueda gozar desde este domingo de esta hermosa celebración.
