La reciente asamblea de Proinserga, que fue la mayor empresa segoviana en cuanto a facturación, puso de manifiesto el progresivo acercamiento a la estabilidad económica.
La cuenta de pérdidas y ganancias hizo que las primeras se redujeran a más de una tercera parte en un año, de modo que el balance fue negativo en algo más de un millón de euros, frente a los más de 24 millones de pérdidas que tuvo en el año 2007, el ejercicio en que entró en concurso. Una parte importante de las pérdidas totales se debieron a gastos financieros por deudas con terceros, que se arrastran de las etapas anteriores.
En todo caso, la mejora de su situación financiera general se produjo incluso a pesar de que se ha reducido significativamente el volumen de facturación, como ha ocurrido en todas las empresas del sector.
De hecho, la cifra de negocios fue de 41.446.459 euros, lo que representa un descenso por la reducción de los precios de los piensos, principal actividad del negocio de Proinserga. De hecho, los precios se redujeron un 25 por ciento en un año debido a la bajada de los cereales.
Y el volumen total de producción de pienso bajó un 7,5 por ciento en un año que se caracterizó por un importante descenso de la cabaña ganadera, al desaparecer numerosas explotaciones. Aún así las fábricas de Fuentepelayo produjeron en torno a 15.000 toneladas mensuales.
De este modo, la empresa mantuvo su nivel de actividad gracias a la incorporación de nuevos ganaderos con los que han compensado los efectos del cierre de las propias granjas de genética, la pérdida de algunos socios que se fueron de la sociedad, o el fin del suministro de pienso a Castileón, la otra sociedad del anterior grupo.
La asamblea tuvo lugar en las instalaciones de Fuentepelayo, donde asistieron más de 70 socios ganaderos.
Propuestas
En este panorama Proinserga puede estar viendo una tenue luz al final del túnel del proceso concursal.
De hecho, y tal como se puso de manifiesto en la asamblea, “estamos en línea de poder hacer una oferta de convenio que posibilite nuestra salida de la situación actual”, que mantiene bloqueadas las actuaciones previstas como la venta o alquiler de naves o antiguas dependencias.
La propuesta para los acreedores supondría que pudieran percibir en torno a una tercera parte de la cantidad adeudada, una cantidad que muchos daban por perdida, tras más de tres años de bloqueo judicial, y con miles de incidentes concursales que ha tenido que examinar el Juzgado de lo Mercantil en este tiempo.
Mientras, la empresa sigue amortizando parte del crédito de cinco millones de euros que recibió de Caja España y que avaló la en su día la Junta de Castilla y León.
