La Federación Española de Cáncer de Mama (Fecma) incidió ayer en la necesidad de que los índices de participación en las campañas de detección precoz de esta enfermedad aumenten y lleguen al menos al 80 por ciento de las mujeres en todas las comunidades autónomas.
Así lo manifestó la presidenta de Fecma, María Antonia Gimón, durante la presentación de la campaña No son solo números, son razones que insiste en la detección precoz, con motivo de la celebración el próximo día 19 de octubre del Día Internacional del Cáncer de Mama. A pesar de que en España mueren anualmente entre 5.000 y 5.500 mujeres por este tipo de tumores, la supervivencia aumenta un dos por ciento cada año, principalmente debido a la detección precoz y los avances en el diagnóstico y en el tratamiento.
Gimón hizo hincapie en el objetivo de la Federación de llegar a 80 de cada 100 mujeres durante las campañas de prevención en todas las comunidades autónomas, pues el porcentaje varía entre un 90 por ciento (Navarra) y menos de un 70 en otras regiones.
Por su parte, José Enrique Alés, de la Fundación Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama, advirtió de que esos porcentajes pueden empeorar si no se mantienen los niveles de esfuerzo, de atención y de compromiso actuales.
Gimón recordó que 44 mujeres son diagnosticadas de cáncer de mama en España cada día, lo que suponen «cuarenta y cuatro razones para no olvidarnos de lo que es la enfermedad».
El doctor Alés insistió en que «año a año» la mortalidad se reduce en España y en que la supervivencia de las mujeres diagnosticadas es mayor, aunque subrayó que aún queda mucho camino por recorrer. Al respecto, reconoció que la crisis está limitando la posibilidad de abordar proyectos de investigación que son costosos, pero que tienen «una recompensa, que se manifiesta año a año». En la misma línea, el doctor Emilio Alba, presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica, consideró que la inversión se resentirá e hizo un llamamiento, ya que invertir en sanidad no es un gasto, sino que reporta beneficios desde el punto de vista económico y tecnológico.
La Federación, que representa a más de 35.000 mujeres, presentó también un Manifiesto en el que piden una cartera de servicios sanitarios públicos única para todo el territorio nacional, que solo pueda modificarse por autorización expresa del Parlamento. Solicitó también que se desarrollen estrategias vinculadas al cáncer para potenciar la cohesión y la equidad del Sistema Nacional de Salud y que se establezcan planes terapéuticos personalizados, incluyendo la práctica del oncólogo «tutor».
Dado que los tumores de pecho provocan problemas laborales y sociales a las mujeres afectadas, Gimón pidió atención y sensibilidad a las empresas y administraciones públicas para facilitar la reinserción laboral, con criterios de adaptabilidad. A este respecto, el doctor Alba explicó que la mayor supervivencia da a lugar a un escenario en el que cada vez hay más personas curadas, los denominados «largos supervivientes», un problema de salud nuevo que hay que afrontar. La presidenta de la Federación expresó su preocupación por el aumento de la enfermedad en mujeres cada vez más jóvenes, que están todavía en edad fértil.
Fecma colabora también en la iniciativa Más que palabras, cuya madrina este año será la cantante Rosario Flores, quien ha compuesto y grabado una canción sobre la lucha contra el cáncer.
Una nueva estrategia en la guerra oncológica.- Científicos españoles y británicos desarrollan una nueva línea de investigación con ratones que permite la identificación de genes implicados en el cáncer que pueden ser objeto de la aparición de nuevas terapias antitumorales.
El estudio, publicado en la revista Science, fue llevado a cabo por investigadores del Instituto de Medicina Oncológica y Molecular de Asturias (Imoma), de la Universidad de Oviedo y del Wellcome Trust Sanger Institute de Cambridge (Reino Unido).
La metodología empleada se basa en la inducción de tumores mediante el uso de transposones, unos elementos genéticos móviles con la capacidad de modificar el ADN, que además sirven como etiquetas para identificar los genes responsables de la aparición de la enfermedad.
La novedad del estudio consiste en la utilización del transposón PiggyBac, el más versátil disponible actualmente, según informa el Imoma. Como prueba de la utilidad de esta estrategia, los autores de este trabajo lograron identificar cuatro nuevos genes candidatos a estar implicados en la carcinogénesis.
Las diversas líneas de ratón generadas mediante este proyecto serán puestas a disposición de la comunidad científica internacional para facilitar el descubrimiento de nuevos oncogenes -genes que al ser mutados actúan como aceleradores del desarrollo de cáncer- y supresores de tumores -genes que funcionan como frenos del proceso tumoral-.
Los candidatos identificados podrían ser objeto del desarrollo de nuevas terapias antitumorales, según el director del Laboratorio de Medicina Molecular del Imoma, el doctor Juan Cadiñanos, que participa en esta investigación junto al biólogo Jorge de la Rosa.
