En los dos últimos años, el relato de las procesiones de Semana Santa en Segovia es la crónica de una frustración. La lluvia, tan ansiada como necesaria en muchos momentos del año, se ha convertido en el mayor enemigo de las cofradías, que este año se han visto obligadas a suspender la «Procesión de los pasos» del Viernes Santo, dando al traste con la ilusión y el esfuerzo colectivo de miles de segovianos que se afanan por poner todo a punto para exhibir en la calle la religiosidad plasmada en sus imágenes.
Aunque las previsiones ya auguraban una jornada muy lluviosa, los más optimistas confiaban en que al igual que el tiempo dio una pequeña tregua en Jueves Santo que permitió el traslado procesional de varias cofradías hasta la Catedral, se obrara el pequeño milagro de que la lluvia dejara de caer el tiempo suficiente como para permitir la celebración de la procesión. Pero el milagro no tuvo lugar y así pudieron atestiguarlo las cofradías de San Marcos y de la Venerable Esclavitud del Cristo de los Gascones, que no pudieron trasladarse hasta la Catedral durante la mañana debido a la intensa lluvia que no cesó hasta bien entrada la tarde.
Con el fin de evitar incertidumbres, la Junta de Cofradías hizo pública a primera hora de la mañana una nota oficial en la que anunciaba la suspensión oficial de la Procesión de los Pasos debido a las condiciones meteorológicas, y solicitaba la «comprensión» de los ciudadanos hacia esta decisión, adoptada «para preservar el valioso patrimonio de nuestras cofradías y, sobre todo, nuestras queridas imágenes a las que profesan tanta devoción los segovianos».
Mientras tanto, en la Catedral, las cofradías de los barrios de San José, Santa Eulalia, San Lorenzo, Cristo del Mercado y Nueva Segovia aguardaban mirando al cielo algún síntoma positivo que les hiciera albergar alguna esperanza, y sus responsables recibieron allí la noticia de la suspensión. Una vez concretada, comenzaron los preparativos para organizar el regreso a sus parroquias de origen, cuya dificultad estriba en encontrar vehículos que reunan las dimensiones necesarias para guardar cruces de penitentes, varales, faroles y en algunos casos, las imágenes de las propias cofradías.
La presencia de las imágenes en la Catedral ofreció la posibilidad a miles de personas de admirar más de cerca las ocho imágenes de la procesión, que permanecieron durante todo el día expuestas al público, hasta que comenzaron a concretarse los regresos de las imágenes.
Las cofradías de San José y Santa Eulalia fueron las primeras en abandonar la seo segoviana. A las nueve de la noche, la imagen de la Soledad Dolorosa, protegida con un original sistema de plásticos instalados alrededor del palio, salía por la puerta de San Frutos aprovechando la tregua que en ese momento daba la lluvia, acompañada por un modesto grupo de cofrades vestidos con túnicas y capirotes, así como por la banda de cornetas y tambores titular de la cofradía, que acompañaron a la imagen interpretando varias marchas procesionales. La presencia de la virgen en las calles de la capital fue aplaudida por las centenares de personas que se dieron cita en todo el trayecto, y se convirtió sin pretenderlo en la única procesión del Viernes Santo en la Capital.
Detrás de «La Dolorosa», cofrades y feligreses de San José empujaban los tronos de dos de sus tres imágenes, desprovistas de adornos y también cubiertas con plásticos para regresar hasta su parroquia, en esta ocasión sin desfile procesional.
En la mañana del Sábado Santo, el turno fue para las cofradías de San Lorenzo, Nueva Segovia y Cristo del Mercado, que llevaron a cabo con diligencia y eficacia el desmontaje de los pasos para su posterior traslado hasta sus parroquias. En todas ellas, el ánimo y el deseo de que la Semana Santa de 2014 traiga el buen tiempo. A la tercera….
La lluvia obligó también a reducir el trayecto de la Procesión del Santo Entierro, que en la noche del Viernes Santo organiza la Cofradía del Santísimo y de las Cinco Llagas,de Zamarramala. En esta ocasión, el mal tiempo hizo aconsejable que el cortejo procesional no bajara hasta la iglesia de la Vera Cruz, por lo que los actos religiosos se llevaron a cabo en la iglesia parroquial.
