Después de más de una treintena de juicios en los últimos 20 años en los que Silvio Berlusconi ha salido airoso, Il Cavalieri se encontró ayer con una sentencia firme de cárcel por el caso Mediaset, ya que el Tribunal de Casación italiano confirmó la condena de cuatro años de cárcel contra el exjefe de Gobierno por fraude fiscal.
En tanto, la prohibición de ejercer cargos públicos por cinco años, a lo que también lo había condenado una instancia menor en ese caso, deberá ser negociada de nuevo. El Tribunal Supremo devolvió este tema a la instancia de apelación de Milán para que analice su posible inhabilitación. En supuesto de que hubiera confirmado esta pena, Berlusconi hubiese perdido su escaño en el Senado transalpino.
Durante las vistas de esta semana, la Fiscalía pidió que se mantuviese el castigo de prisión y solicitó rebajar de cinco a tres los años de privación de cargo público.
El Alto Tribunal consideró probado que Mediaset, el grupo empresarial de comunicación de Berlusconi, infló el precio de las películas estadounidenses para poder evadir a Hacienda y desviar los ingresos -de casi siete millones de euros- a cuentas en el extranjero.
Berlusconi ya rechazó hace unos días que tenga intención de llevar a cabo el arresto domiciliario como hizo el exprimer ministro Bettino Craxi y aseguró que, si finalmente se confirmaba la pena, aceptaría ir a la cárcel en lugar de las opciones de reclusión en casa o servicios sociales.
«No voy a ir al exilio. Tampoco aceptaré cumplir con servicios sociales como un criminal que debe ser reeducado», afirmó el político. «Con casi 77 años tendría derecho a arresto domiciliario, pero si soy condenado, asumiré esta responsabilidad, iré a la cárcel», añadió en un claro desafío.
El de ayer fue el primer fallo en firme en los numerosos procesos abiertos contra Berlusconi. Sin embargo, debido a que el exprimer ministro tiene 76 años, no deberá cumplir su condena entre rejas.
En el caso Mediaset, un tribunal de Milán lo condenó en mayo en segunda instancia a cuatro años de prisión por evasión fiscal. De ese fallo, tres años se suprimirán de acuerdo a una ley aprobada en 2006 para suavizar las condenas, pero el resto lo cumplirá bajo arresto domiciliario, según indican los expertos.
La posible salida de la vida política de Berlusconi podría afectar al Gobierno italiano, pues su partido, Pueblo de la Libertad, es el principal socio del Partido Democrático de Enrico Letta.
Por su parte, el presidente de la República, Giorgio Napolitano, manifestó su «respeto» por las decisiones judiciales, al tiempo que hizo un llamamiento a la «serenidad».
