Después de varios recursos para evitar su salida del Reino Unido, la Corte Suprema británica dio la espalda ayer al fundador de Wikileaks, Julian Assange, ratificando la sentencia que pesa en contra del informático australiano por la cual será extraditado a Suecia, donde está acusado de delitos sexuales.
Cinco de los siete jueces de la sala rechazaron la última apelación de amparo que había presentado el imputado contra la decisión de un tribunal inferior, que aprobó la entrega a las autoridades nórdicas, según informó el presidente de la Corte, Lord Phillips.
Assange, que se encuentra en libertad bajo fianza en territorio inglés, afirma que la orden de arresto europea emitida en su contra es «inválida» e «inaplicable» y sus abogados habían pedido al juzgado de máxima instancia del Reino Unido que impidiese su traslado a Estocolmo, pero los magistrados concluyeron -igual que habían hecho previamente otros dos tribunales británicos- que la solicitud de extradición se presentó «legalmente».
La defensa dispone de un plazo de 14 días para estudiar el fallo antes de que se tome una decisión definitiva, así que existe la posibilidad de que el caso sea revisado. De hecho, la letrada Dinah Rose anunció que pedirán una revisión a la Corte Suprema, porque consideran que su decisión se basa en aspectos legales que no se discutieron durante el proceso de apelación.
Mientras, las autoridades suecas ya han reclamado que la entrega se produzca en un plazo inferior a 10 días.
El australiano fue acusado de violar a una mujer y de «abusar sexualmente y coaccionar» a otra en Estocolmo en agosto de 2010, pero él mantiene que estas denuncias son infundadas y están directamente relacionadas con su labor en Wikileaks, una organización que ese mismo año publicó numerosos cables diplomáticos de Estados Unidos.
Los siete jueces británicos han analizado si el fiscal que emitió la orden de arresto en Suecia tenía la autoridad necesaria para hacerlo según la Ley de Extradición del Reino Unido, y, aunque la mayoría han concluido que sí, no ha sido fácil llegar a esa conclusión, según explicó Lord Phillips.
Los abogados de Assange creen que la orden de arresto debería haberla dictado un magistrado o un tribunal, como se requiere en el Reino Unido, pero las autoridades suecas afirman que los distintos países tienen diferentes procedimientos que son igualmente válidos para emitir una orden de arresto europea.
Rose considera que el fallo es injusto porque para rechazar el recurso de Assange los jueces se han basado en un documento sobre el que no se ha hablado durante el proceso de apelación.
