El incendio en Seseña (Toledo) del mayor vertedero de neumáticos de Europa, considerado ya como una de las mayores catástrofes medioambientales acaecidas en España tras el hundimiento del Prestige, ha colocado en el punto de mira a los depósitos de neumáticos del territorio nacional. Así, en los últimos días ha aparecido en los medios de comunicación que Bruselas ha pedido información a España sobre otro gran vertedero de este tipo, en concreto el de Zurita (Fuerteventura), situado en una zona con riesgo de incendio, debido a sus altas temperaturas y fuertes vientos.
Segovia, aunque no cuenta con depósitos de neumáticos de grandes dimensiones, tampoco ha permanecido ajena al problema. El delegado territorial de la Junta en Segovia, Javier López-Escobar, reveló ayer la existencia de una “acumulación irregular de neumáticos” en una instalación situada en término de Hontoria, ocupando una superficie aproximada de 120 metros cuadrados. La irregularidad de tal depósito obligó a actuar a la Consejería de Fomento y Medio Ambiente que, previamente al incendio de Seseña, impuso una multa de 1.800 euros a la propiedad de la instalación y ordenó la retirada de los neumáticos. De acuerdo a la información facilitada por la Junta, la retirada de las ruedas “todavía no se ha producido”.
El caso de Hontoria no es único. López-Escobar citó ayer otro vertedero de neumáticos, “en el kilómetro 7,6 de la carretera de Sepúlveda a Riaza”. En este caso, la Administración Regional también abrió un expediente sancionador, actualmente “en curso”.
El delegado territorial quiso subrayar que el control de la Junta sobre la posible aparición de vertederos de ruedas “es constante”, y puso como ejemplo, la desaparición de dos de ellos, en los municipios de Abades y Ayllón, como consecuencia de la apertura de expedientes sancionadores.
Desde la Junta se recordó ayer la existencia de una abundante normativa sobre los vertederos de neumáticos, cuya pretensión última es lograr el reciclado de este material que, gracias a las últimas tecnologías, puede ser utilizado en campos de césped artificial, suelos de parques infantiles o para la suela de calzado. Las ruedas almacenadas en estos depósitos tienen, pues, un importante valor económico, cuantificable. Según una primera aproximación, en Seseña han ardido 80 millones de euros.
Aunque López-Escobar reconoció que tras el incendio de Seseña, “todo el mundo mira a los depósitos de neumáticos”, defendió que “no son los más contaminantes ni los más peligrosos”.
En relación a las actuaciones de la Junta en los vertederos de residuos, aseguró que en Segovia “se han sellado en los últimos años 40”,.una labor que ha requerido una inversión de 36 millones de euros.
López-Escobar recordó que recientemente se ha adjudicado el sellado del vertedero de residuos de Basardilla, cuyas obras darán comienzo el 1 de julio. De igual forma, indicó que la Junta ha adjudicado la redacción del proyecto para el sellado de los vertederos de Cabezuela y de Veganzones.
La contaminación de Seseña afecta de momento “poco” a la provincia de Segovia.- La contaminación provocada por el incendio de Seseña afecta, de momento, “poco” a la provincia de Segovia, sostuvo ayer Miguel Ángel Ceballos, portavoz de calidad del aire de ‘Ecologistas en Acción’ quien sí mostró su preocupación por la posible transmisión de la partículas contaminadas a través de la cadena alimentaria.
Aunque Ceballos reconoció que ya se han detectado trazas de hollín fruto de la combustión de los neumáticos de Seseña en lugares lejanos, como las islas Baleares, estimó que los segovianos no tienen que tener el mismo nivel de preocupación que los toledanos o los madrileños. Sin embargo, sí intuyó que la contaminación podría divulgarse, a medio plazo, por los productos agroalimentarios de la comarca de Seseña.
En otro orden, ‘Ecologistas en Acción’ ha hecho una petición formal a la Comunidad de Madrid y a la Junta de Castilla La Mancha para exigir que se tomen mediciones de los contaminantes más problemáticos y que se divulguen de forma inmediata, Este colectivo dice tener la sensación de que “no se está haciendo todo lo necesario para apagar el fuego”, entendiendo que “es prioritario extinguirlo cuanto antes o, al menos, tratar de limitar las emisiones evitando que el oxígeno llegue a los neumáticos”, un hecho que se podría conseguir cubriendo la pira con tierra.
