En una época en la que quienes ejercen cargos públicos no pueden ufanarse de haber impulsado grandes inversiones, el delegado territorial de la Junta en Segovia, Javier López-Escobar, hace balance de sus dos años en dicho puesto. Y asegura que, a pesar de haberle correspondido la ingrata tarea de “ir buscando por los rincones dónde se podía racionalizar el gasto”, él cree que esa labor “es para estar orgulloso”, ya que “quedará después de la crisis económica”. Entonces, cuando se llegue al final del túnel, “todos habremos aprendido a no gastar los fondos con tanta alegría”.
Dos años después de su toma de posesión como delegado territorial, ¿considera que aquel nombramiento fue un premio o un regalo envenenado, en vista de la situación política?
Fue una sorpresa. No creo que pueda considerarse un premio, porque supone más responsabilidad y más trabajo. Desde el punto de vista económico tampoco es un premio para alguien como yo, que ya era funcionario. Acepté porque tengo vocación de servicio. Me gusta trabajar por los ciudadanos, implicarme. No me importa echar todas las horas que sean necesarias para resolver un asunto.
¿Qué medidas de austeridad ha impulsado como delegado territorial de la Junta en Segovia?
Quien primero tiene que hacer un esfuerzo para ahorrar es la Administración. Y aquí nos pusimos a trabajar en ello prácticamente desde el primer día. Es complicado en una estructura tan grande como la nuestra, que tiene cerca de 6.800 funcionarios en la provincia, de muy diversos servicios. Pero hemos conseguido algunos resultados. Por ejemplo, solamente en alquileres, tras llegar a cabo una revisión de los locales donde se estaban ofreciendo los servicios, hemos ahorrado unos 200.000 euros al año en los dos últimos ejercicios. Solo en alquileres. Si a ello se suma el esfuerzo que se ha llevado a cabo para racionalizar los servicios, en cuestiones como la apertura y cierre de los edificios, la vigilancia, el teléfono… superamos los 300.000 euros al año. Y ello sin tener en cuenta los ahorros que se han conseguido por imposición de los Presupuestos, exigiendo el cumplimiento de unos objetivos a los centros educativos o a los hospitales.
Hablando de hospitales, está extendida la idea de que, en verano, bajan los servicios en el Hospital General de Segovia. ¿Es cierta?
El verano es un periodo que se caracteriza por dos cuestiones. La primera, que es la época en la que más trabajadores cogen vacaciones. Y la segunda, que disminuye la demanda. Es decir, el Hospital General no tiene una demanda tan grande en verano como en otras épocas. Y, por tanto, debe adaptar su estructura a esa demanda (…) Por eso se intenta que, en vez de tener dos plantas medio vacías, reunir todas las camas vacías en una planta y mantener otra planta en plena actividad, lo que supone una racionalización de recursos, ya que mantener una planta de camas vacías pero con todo el personal asignado cuesta lo mismo que tenerlas ocupadas. Por tanto, en verano se hace una reordenación, pero se ofrece la misma calidad de siempre. Nadie va a sufrir una merma de la calidad.
Hay quien asegura que no se cubren las jubilaciones…
Es verdad que hay casos particulares, pero todo el personal necesario se sustituye. A veces, el problema no es tanto que no queramos cubrir una baja, como la gente cree, sino encontrar a la persona adecuada. Nos ha pasado en Radiología. En ese servicio ha habido bajas de personal y hemos sufrido una acumulación de trabajo porque no encontrábamos profesionales cualificados para hacerse cargo de la responsabilidad.
¿Cuándo podrán usar los segovianos el aparcamiento del Hospital General?
El convenio entre el Ayuntamiento y la Consejería de Sanidad tiene el visto bueno de ambas partes, pero la Administración es garantista, así que ahora tiene que pasar por la fiscalización, por el Registro de la Consejería de Presidencia, y volver a la asesoría jurídica, por si falta algo. Calculamos que a partir del 20 de julio estaremos en condiciones de firmar el convenio. A partir de ahí, el Ayuntamiento, tal y como se comprometió, concedería la licencia de primera actividad. Por nuestra parte, está todo preparado para poner el marcha el aparcamiento de pago. Luego también tiene que aprobarse el gasto para acometer las obras necesarias de urbanización que exigía el Ayuntamiento (…) Estamos ya en el punto en que la solución es puro trámite administrativo. Ya se han acabado las negociaciones, afortunadamente con éxito, y espero que todo se normalice pronto. Agosto es un mes complicado. Espero que en septiembre empiece a funcionar. Creo que no me equivoco.
En los pueblos se critica que en verano, cuando mayor población acogen, es precisamente cuando disponen de menos médicos, que se van de vacaciones…
No es así. En la época en la que hay más población se refuerzan todos los servicios. La reapertura de las urgencias en la provincia responde precisamente a eso, a una adaptación al incremento poblacional (…) Si alguien percibe una disminución en el servicio, por favor, que lo diga, porque es un compromiso de la Junta que no haya disminución de la calidad en el servicio.
