La Junta de Castilla y León ha asegurado, en respuesta a las recientes críticas por la construcción de nuevos caminos en la falda de la Sierra de Guadarrama con motivo de la concentración parcelaria, que las obras en ejecución —tanto en el término municipal de Torre Val de San Pedro como en el de Santiuste de Pedraza— se están acometiendo “atendiendo a rigurosos criterios técnicos, tanto en su diseño, como en su ejecución y seguimiento”.
Sobre el ancho de los caminos, la Delegación Territorial de la Junta asegura que “la ocupación de diez metros (durante la fase de construcción de los caminos) no determina que esa vaya a ser su anchura definitiva”. A ese respecto, la Administración Regional sostiene que “la plataforma final será de unos seis metros”, agregando que “las cunetas quedarán muy disimuladas con la vegetación”, que a su juicio, “en poco tiempo minimizará el impacto”.
Volviendo a la situación actual, desde la Junta se recalca que “en este momento, esa plataforma (de diez metros) resulta necesaria para el movimiento de la maquinaria y el acopio de material, con el fin de que la construcción resulte firme y duradera, de tal modo que se asegure que los caminos cumplirán con la finalidad a la que van destinados también en época de lluvias, en la que los caminos tradicionales, al no contar con firme ni con obras de fábrica, resultan intransitables”.
La Junta quiere recordar ahora que las concentraciones parcelarias se acometen con el objeto de “racionalizar, consolidar y registrar la propiedad de las explotaciones agrarias”, dotando a las nuevas fincas de un tamaño que hagan viable su cultivo o explotación agraria. De igual forma, sostiene que con la concentración parcelaria se busca que las explotaciones agrarias cuenten con acceso a caminos por los que pueda transitar la maquinaria agrícola, el transporte de materias primas y los productos agrarios.
“La concentración parcelaria en estos pueblos se ha llevado a cabo a instancias de los agricultores, ganaderos y propietarios”, señala la Delegación Territorial de la Junta, que recalca que el proceso “se ha llevado a cabo con todas las garantías”. “De las 307 firmas recogidas en contra de las obras de las concentraciones parcelarias que se están realizando en la zona, 33 corresponden a propietarios de Torre Val de San Pedro y 38 a propietarios de Santiuste de Pedraza, del total de 753 y 899, respectivamente”, añade la Junta, dejando entrever que los opositores a las obras no llegan al 5% de los propietarios de cada municipio.
La Junta defiende que la concentración parcelaria “contribuye al desarrollo rural de la comarca”, facilitando la producción agrícola y ganadera, “lo que redundará en evitar el éxodo de la población de nuestros pueblos, que es un objetivo prioritario del Gobierno de Castilla y León”.
Para acabar, desde la Delegación Territorial se indica que en la fase de ejecución de las obras “se están tomando todas las medidas posibles encaminadas a la minimización de los impactos desfavorables” y “se procederá a la retirada de los residuos y restos de materiales de obra una vez finalizadas las mismas”.
Caminos con “un ancho excesivo”
Los opositores a las obras de construcción de los nuevos caminos presentaron, hace ya varias semanas, más de 300 firmas a la Junta, contando con el apoyo de cinco entidades de la comarca de Pedraza.
En dicho texto se denunciaba que los nuevos caminos se hubieran diseñado y ejecutado con “un ancho excesivo”, de 10 metros, algo que a su juicio “no responde en absoluto con las necesidades reales”. Los opositores reclamaban que las obras restantes se lleven a cabo “de otra manera”, esto es, “evaluando su impacto ambiental y minimizando su huella en el ecosistema y en el paisaje”. Y, en referencia a las obras ya ejecutadas, exigían, en primer lugar, una evaluación de su impacto, incluyendo el daño hecho a las acequias de riego y otros cauces; pidiendo a renglón seguido tareas de limpieza de esas zonas, que incluyan “la retirada y el tratamiento adecuado de los residuos y de los muchos árboles arrancados”.
