La Junta de Castilla y León abrirá un expediente para dilucidar la responsabilidad del Ayuntamiento en la instalación de mobiliario urbano en la avenida de Padre Claret sin la correspondiente autorización de la Comisión Territorial de Patrimonio. El expediente, que podría derivar en una fuerte multa a las arcas municipales, se refiere a la colocación de las farolas ‘en aspas’, bancos y luces incrustadas en el pavimento, tras las obras de reurbanización de la avenida, que concluyeron en junio del pasado año; unos elementos de mobiliario que no figuraban en el proyecto presentado en su día ante la Comisión de Patrimonio.
La decisión se produce en el marco de la polémica entre la Junta y el Ayuntamiento en relación a la sustitución o retirada de media docena de farolas que alumbran la calzada para minimizar el impacto visual sobre el Acueducto. El Ayuntamiento ha insinuado que retirará estas farolas, que recibieron en su día el visto bueno de Patrimonio, cuando la Junta ‘legalice’ el resto del mobiliario urbano colocado durante el transcurso de las obras y que no figuraba en el proyecto; en una postura que el delegado territorial, Luciano Municio, calificó como “un chantaje en toda regla”.
Municio admitió que la Comisión de Patrimonio autorizó “por error” la colocación de las grandes farolas. “Ya dije que la Comisión pudo cometer un error en ese momento, porque o bien no teníamos elementos de juicio o se nos escapó el impacto visual que las farolas podían tener sobre el Acueducto”. De acuerdo con el relato de Municio, en septiembre de 2009, el alcalde, Pedro Arahuetes, anunció “a bombo y platillo” que se había alcanzado una fórmula “consensuada” —la sustitución de media docena de farolas más próximas al monumento—; algo que, según dijo ayer Municio, es “incierto” porque “solo se produjo una visita de técnicos regionales de Cultura y del Ayuntamiento en la que todo el mundo vio claro el problema de impacto visual”.
La Comisión de Patrimonio revisó el proyecto y pidió al Ayuntamiento que presentara una nueva propuesta. El Gobierno municipal planteó retirar las seis farolas altas más próximas al Acueducto. Patrimonio admitió la ‘equivocación’ primitiva y respaldó la sugerencia municipal, aunque advirtió que no podía autorizar las farolas ‘en aspa’ que alumbran los bancos— unas “luminarias extrañas”, en palabras de Municio— y otros elementos de mobiliario, como luces de colores insertas en el pavimento, en la zona de aceras, y varios bancos “que no figuraban en el proyecto”, indicó ayer el delegado territorial. “La Comisión no lo legalizó e insistió en que esos elementos se retiraran porque no estaban en el proyecto”, añadió.
Molesto
Municio se declaró “molesto y enfadado” y tras pedir a los segovianos “que no se dejen engañar por este Ayuntamiento”, el delegado señaló que “nosotros hemos reconocido el error de autorizar las farolas grandes, es su responsabilidad retirarlas, pero no podemos admitir el chantaje”.
“El Ayuntamiento viene a decir que si se autoriza la instalación de las luminarias horribles, que quitará media docena de farolas grandes, y que si no lo legaliza, pues no hace nada… eso es chantaje”, añadió el delegado territorial.
“Desde la Junta —continuó Municio — no vamos a aceptar ningún chantaje por parte del Ayuntamiento, nunca ha habido un acuerdo, simplemente nos han planteado actuaciones y si el Ayuntamiento no está dispuesto a desmontar los elementos no autorizados y que no figuran en el proyecto, que cuenten con una actuación dentro de los cauces legales por desobediencia”
Ante la situación de vulneración de la legalidad, de acuerdo con Municio, la Delegación Territorial ordenará la incoación de un expediente, primero informativo y después sancionador. “Reconocimos el error, hemos intentado reconducir la situación, pero chantajes no aceptamos”, concluyó.