Las rutas para turistas que se organizan en Segovia suelen ser completas y variadas, pero esencialmente orientadas a adultos. Sin embargo, el turismo familiar reclama su espacio, una oferta que no siempre está lo suficientemente presente teniendo en cuenta el amplio porcentaje de visitantes que vienen a conocer la ciudad con sus hijos. De ahí nace la iniciativa «Visita Dinamizada al Patrimonio de Segovia», en la que los niños son los protagonistas, pero también «todos los padres que se sientan un poco niños», afirma Ana Martín, de la Oficina de Turismo.
Ayer sobre las once de la mañana un grupo de treinta personas aguardaba a la sombra del Acueducto la llegada de un personaje que les acompañaría durante su recorrido por el patrimonio de la ciudad: el arriero Claudio. Después de aclarar a algún despistado que un arriero no es quien riega las plantas, Claudio tardó poco en despertar la curiosidad sobre la historia de Segovia en los más pequeños, gracias a sus juegos, sus disfraces, y el resto de sorpresas que llevaba en su viejo carro.
«No se trata de una visita teatralizada, aunque haya un personaje, sino de una visita dinamizada. Esto significa que a lo que nos dedicamos fundamentalmente es a interactuar con los niños y sus padres, jugar con ellos», explica Nacho Soriano, «arriero» y animador. Su empresa, Historia activa, se dedica en exclusiva a este tipo de actividades: acercar la historia a los más pequeños, motivarles, mostrarles que no se trata de algo muerto, sino que aprender puede ser un juego. Asegura Soriano que el modelo de actividades que ofrecen es prácticamente único en la zona del centro de España.
Y es que ayer los niños no pararon de jugar durante todo el recorrido, en ocasiones con la colaboración de los padres, claro. Desde construir una reproducción del Acueducto en pleno Azoguejo con pesadas piedras de gomaespuma, hasta proclamar a Isabel la Católica en la Plaza Mayor. Por el camino pararon para buscar monstruos junto a la estatua de Juan Bravo, calcar el esgrafiado que decora el palacio del Conde Alpuente, o conocer a un grupo de judíos en su barrio de origen. Los chicos, mayoritariamente de entre cinco y ocho años, procedían de todos los puntos de la península. Vanesa Pérez, de la Oficina de Turismo, asegura que en verano no llegan solo madrileños: familias de puntos tan alejados como Málaga, Vizcaya o Melilla participaron en el recorrido. Y, vengan de donde vengan, todos los niños recordarán las anécdotas sobe los monumentos de la ciudad que les contó aquel curioso personaje que acompañaba a la guía en su visita a Segovia.
Se ha ampliado la oferta de visitas dinamizadas para el mes de agosto. Las actividades se celebrarán mañana, martes 2, y el próximo martes 9, además de los domingos 7, 14 y 21. Las reservas pueden hacerse en www.reservasdesegovia.com o en la Central de Reservas del Centro de Recepción de Visitantes de Segovia (Azoguejo, 1). También se realizará un último turno del taller Fotografía Segovia con la técnica que utilizaba Antonio Machado, el día 27 de agosto en la Casa-Museo del poeta granadino.
