Miembros del Servicio de Rescate en Montaña de la Guardia Civil del Puerto de Navacerrada auxiliaron a un esquiador de montaña que sufrió una caída en la pista El Bosque, en la Estación de Navacerrada, y tenía una posible fractura de rodilla, según informaron fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Segovia
El accidentado estaba practicando esquí de travesía en una zona con mucho espesor de nieve cuando uno de los esquís se quedó anclado, lo que pe provocó la lesión. Una vez en el lugar, los miembros del equipo inmovilizaron al herido, A.M.M., de 40 años, vecino de Madrid y lo transportaron en una camilla, con colaboración del personal de la propia estación, hasta la zona de Los Cogorros, donde esperaba una ambulancia de la Comunidad de Madrid para su traslado a un centro hospitalario.
En alertas por fenómenos meteorológicos adversos, como sucede esta semana, la Agencia de Protección Civil recuerda el alto riesgo que implica la salida a zonas de montaña y, en cualquier caso, recomienda informarse de la predicción meteorológica y del riesgo de aludes, saber renunciar, no ir solo, utilizar material y equipo en perfectas condiciones, utilizar mapas y libros, realizar cursos de primeros auxilios en montaña y cuidar la preparación física.
Asimismo, la Subdelegación informó de otra actuación del Equipo de Rescate e Intervención en Montaña de la Guardia Civil (EREIM) el pasado fin de semana en Navafría.Miembros de esta unidad con base en Riaza auxiliaron en la noche del sábado a cuatro montañeros madrileños.
Los cuatro jóvenes salieron con lluvia abundante desde la localidad de Lozoyuela y tenían previsto pasar la noche en el refugio del Mirador, en el Puerto de Navafría. Según la versión facilitada, después de caminar durante horas bajo la lluvia, llegaron al refugio y no encontraron leña para calentarse. Ante una previsible bajada de las temperaturas, a las once de la noche decidieron llamar al 112, lo que activó el aviso de los dos equipos de rescate de la Guardia Civil con base en Riaza y Navacerrada.
Esa noche la meteorología era muy adversa, con fuertes vientos, nieve y ventisca que dificultaban tanto la visibilidad como la movilidad, informaron las mismas fuentes. Los componentes del equipo de Riaza consiguieron llegar hasta el refugio y localizaron a los jóvenes, que tenían totalmente empapadas sus ropas y sacos de dormir, así como el material que llevaban en sus mochilas. Algunos se encontraban en un evidente estado de nerviosismo. Seguidamente los montañeros fueron trasladados hasta la localidad de Lozoya, donde tenían aparcado su vehículo, sin requerir asistencia sanitaria.