El hermano mayor del muerto en Aldehuelas de Sepúlveda, cuyas iniciales son F.J.C.L., también ha sido detenido por la Guardia Civil en relación con la muerte de Cecilio C.L., según informaron ayer fuentes de la Subdelegación del Gobierno. Esta detención es la segunda que se produce vinculada al homicidio, después de la que tuvo en la mañana del miércoles del hermano menor de la víctima, M.A.C.L.
La noticia del crimen conmocionó ayer el pequeño pueblo de Aldehuelas, dependiente de la villa de Sepúlveda. Sus escasos vecinos comentaban el suceso, recordando que en la noche del martes vieron una ambulancia en las inmediaciones de la casa donde residían el finado y su hermano menor, M.A.C.L., de oficio pastor. Nadie dio trascendencia a ese hecho, creyendo que se trataba de “algún problema de salud” de Cecilio C.L., “como en otras ocasiones”.
La realidad era otra. Alrededor de las ocho de la tarde del día de autos se recibió una llamada telefónica en el Centro de Salud de Sepúlveda alertando de grave estado de un hombre en Aldehuelas. Una ambulancia se trasladó hasta el domicilio de Cecilio C.L., comprobando los sanitarios que la víctima presentaba “un fuerte golpe en la cabeza” que hacía peligrar su vida, por lo que recibió allí mismo una cura de urgencia. Posteriormente fue llevado al Hospital General de Segovia, donde se decidió derivarle a un centro de Valladolid, para una rápida intervención quirúrgica. Antes de perder definitivamente el conocimiento, Cecilio C.L. acusó a sus dos hermanos de haberle propinado una brutal paliza. Luego, falleció en el transcurso de la operación.
En la mañana del miércoles, agentes de la Policía Judicial procedieron al registro de la casa de los C.L. y de la nave ganadera de la familia, en busca de pruebas del presunto homicidio, sin que haya trascendido el resultado de las investigaciones. Tras esos registros, la Guardia Civil procedió a la detención del menor de los hermanos, M.A.C.L. Horas después hizo lo propio con el mayor, F.J.C.L. Los dos fueron trasladados a Segovia.
El fallecido, un policía nacional jubilado de 56 años, había regresado hace unos años al pueblo, tras su separación matrimonial, residiendo desde entonces con su hermano menor. “Ahora vivía la vida”, compendiaba ayer una vecina de Aldehuelas. Cultivaba un pequeño huerto, tenía unas cuantas gallinas, se encargaba de cocinar a su hermano… “Era buena persona, pero ha acabado mal”, indicaba otro, en una animada conversación con un foráneo, de Castrillo de Sepúlveda, que acudió a Aldehuelas a conocer de primera mano lo acontecido. “Cecilio únicamente fue malo con él mismo”, defendía el de Castrillo. “Le gustaba el alpiste”, añadió otra persona. De forma sutil, todos los consultados por esta Redacción hicieron referencia a este último problema del finado. Su afición a cantar en los bares había dado nombradía al difunto en toda la comarca de Sepúlveda. “Podía ser un poco pesado, pero nunca se metía con nadie”, apostillaba un lugareño.
El alcalde de Sepúlveda, Francisco Notario, convocó ayer a una reunión a los miembros de la corporación, tras la cual se emitió una nota mostrando “el más profundo sentimiento de pesar por el trágico suceso”, y expresando a continuación las condolencias a la familia y amigos del finado en nombre de todos los habitantes del municipio.
En la jornada de ayer se procedió a la autopsia del cadáver, en la ciudad de Valladolid. Previsiblemente, los dos hermanos del fallecido pasarán hoy a disposición judicial. El juez de Sepúlveda que instruye el caso ha decretado el secreto de sumario.
