La Granja fue de menos a más en el partido que le enfrentó ayer con un Fuenlabrada al que se le puso de cara el encuentro muy pronto.
Y es que solo 45 segundos después del pitido inicial, en la primera acción de ataque visitante, llegó el 0-1 tras un despiste en la colocación de la defensa, con un disparo raso de Quique Lorenzo.
El gol sirvió para despertar a La Granja, que intentó crear jugadas desde atrás, pero que se perdía en el último pase ante una defensa visitante muy bien colocada.
Así, con paciencia, llegó la primera ocasión granjeña, cerca del cuarto de hora, por medio de un remate de cabeza de Saúl tras una falta, que se marchó fuera por poco.
Por su parte del Fuenlabrada, en el minuto 18 dispuso de tres oportunidades seguidas, dos de ellas bien despejadas por el portero Domingo y otra que rebotó en el larguero. Poco a poco los madrileños se iban sintiendo más cómodos, mientras que La Granja solo llegaban a la puerta contraria con acciones a balón parado.
Así, con el 0-1, llegó el descanso, y el partido se reanudó con dos cambios en La Granja, Óscar Muñoz por Óscar Herrero, situando a Lamas de central; y Luis en el puesto de Iván Vázquez.
Los locales tardaron cinco minutos en arrancar, con una falta directa de Chiqui que se fue demasiado a la derecha de la portería.
Pero si por algo destacó anoche el Fuenlabrada fue por su orden en todas las líneas. Y ante un rival tan ordenado es muy difícil crear ocasiones si no es a balón parado, como le sucedió a La Granja. Aún así, cosas del fútbol, en el único despiste fuenlabreño de la noche Dani Tejedor estuvo atento para interceptar un pase atrás de la defensa y cederle la pelota a Saúl, quien batió con comodidad al guardameta.
Tras el gol el partido se abrió y ganó en vistosidad, rondando el gol los granjeños. Pero, como sucedió con Yiyo ante el Pinto, hubo que lamentar la retirada de Luis por culpa de una brecha en la cabeza.
