La Fundación Caja Segovia continúa sumando convenios para deshacerse de la carga que suponen algunos de los centros que tiene repartidos en la provincia, tal como establecía su plan de viabilidad. Hasta ahora son seis los acuerdos que permiten que los ayuntamientos se hagan carga del mantenimiento de estos inmuebles.
De este modo, ayer martes, en la sede de la Fundación Caja Segovia, tuvieron lugar las firmas de tres convenios por los cuales los ayuntamientos de Bernardos, Sanchonuño y Navalmanzano aceptaron la cesión de uso de los antiguos Centros Sociales que Caja Segovia sostenía en estas poblaciones.
Javier Reguera García, en representación de la Comisión Gestora de la Fundación Caja Segovia, ha rubricado este acuerdo con Jesús Pastor García, alcalde de Bernardos; con Carlos Enrique Fuentes Pascual, alcalde de Sanchonuño- y; y con Pablo Ángel Torrego Otero, regidor de Navalmanzano.
De este modo son ya seis las poblaciones que se han acogido a esta iniciativa y que se suman a los anteriores: Fuentesaúco de Fuentidueña, Cuéllar y Ayllón, que pondrá en manos de los municipios la gestión de estos centros a partir del próximo 1 de julio próximo.
El Centro Social «San Pedro», en la localidad de Bernardos, comparte la planta baja de un edificio con la antigua oficina de Caja Segovia en esta población. Cuenta con una sala multiusos, aula de formación y centro Si@.
El Centro Social «Sanchonuño» y el Centro Social «San Roque», de Navalmanzano, se ubican en el primer piso de sendos edificios. El primero ha servido como guardería, centro de ocio y de actividades solidarias tales como la que tiene en marcha la Asociación de Familias de Acogimiento de Segovia «Afasego» con un programa de charlas y recogida de ropa usada. El Centro de Bernardos, además de espacio multiusos cuenta también con una pequeña biblioteca.
El primer convenio se firmó el pasado 13 de junio con el Ayuntamiento de Ayllón. La Comisión Gestora se había marcado dos objetivos: por un lado liberar al escaso presupuesto de la Fundación del gasto que supone su mantenimiento —ahora por cuenta de los ayuntamientos— y por otra parte, dar continuidad a la importante labor social, cultural y de ocio que durante décadas han mantenido estos centros, dado que el convenio recoge este compromiso por parte de las corporaciones.
El siguiente fue el de caso del Centro Cultural «Cronista Herrera» de Cuéllar.
