La Fiscalía de Sevilla informó a favor de que se conceda el tercer grado penitenciario a la tonadillera Isabel Pantoja, que ingresó en la cárcel de Alcalá de Guadaíra el día 21 de noviembre de 2014 para cumplir una condena de dos años de cárcel por un delito de blanqueo de capitales. De este modo, la Fiscalía solicitó a la Audiencia Provincial de Sevilla que estime el recurso que la defensa de Pantoja presentó contra el auto de 21 de septiembre, apelación en la que el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria rechazó concederle el tercer grado al entender que “aún no está capacitada plenamente para incorporarse al régimen de semilibertad que supone”.
Para informar a favor de la concesión del tercer grado a la tonadillera, el departamento que dirige María José Segarra tuvo en cuenta que Isabel Pantoja ha cumplido ya más de la mitad de la condena y que abonó más de 700.000 euros de la multa de 1.147.148,96 euros que le fue impuesta. Además, la cantante abonó esta multa mientras estaba cumpliendo la condena en la cárcel de Alcalá de Guadaíra, lo que muestra su “arrepentimiento” y “reconocimiento de la culpabilidad”, a lo que se suma que, durante este año, disfrutó de tres permisos de salida que se desarrollaron “sin incidencias”, y su “buen comportamiento” en la cárcel.
Ahora, es el turno de la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Sevilla, que será la encargada de llevar a cabo la resolución del recurso de la tonadillera, que, en caso de obtener el tercer grado penitenciario, sólo tendría que volver a prisión para pasar la noche de lunes a viernes. En la anterior resolución, que la mantuvo en segundo grado, la juez recordó que Pantoja fue condenada a dos años de prisión por un delito de blanqueo de capitales, además de par una multa por importe de 1.147.148 euros “que viene hasta la fecha abonando de forma fraccionada”, mientras que “su licenciamiento definitivo está previsto para el 8 de noviembre de 2016”.
Al hilo de ello, la juez señaló que esta condena viene motivada por el hecho de que, entre 2002 y 2006, Pantoja y su entonces compañero sentimental, Julián Muñoz, “ejecutaron un plan preconcebido para aflorar dinero y ganancias procedentes de las actividades delictivas” del propio exalcalde de Marbella. Estas actividades fueron “cometidas” mientras Julián Muñoz “ejercía su función de máxima autoridad como alcalde del municipio de Marbella, confundiéndola con las procedentes de las actividades profesionales y mercantiles lícitas” de Isabel Pantoja. Para ello, durante el periodo referido, “realizaron multitud de operaciones, tanto bancarias como en el ámbito mercantil, con el fin de ‘blanquear’ el dinero que su entonces pareja obtenía de actividades ilícitas llevadas a cabo en el ejercicio de sus funciones públicas como alcalde”, detalló la juez.
En este sentido, “se reseñan como factores de adaptación la buena conducta penitenciaria, el buen uso de los permisos de salida, la asunción de la responsabilidad delictiva, o la suficiente intimación de la condena”. Asimismo, “se reseñan factores negativos o de inadaptación tales como el estado del cumplimiento de la condena, la gravedad de la actividad delictiva cometida y su negativa repercusión social”, dijo la juez.
