Para no romper la tradición, el frío, fiel compañero de la feria de Fuentepelayo, cumplió con su visita anual, regalando un fin de semana crudo pero que, como también es costumbre, no arredró a los visitantes. El calor humano doblegó, pues, a las bajas temperaturas, conformando así una feria “animada” —según la expresión utilizada ayer por un buen número de los feriantes—, justo el año el que Fuentepelayo conmemora el bicentenario de su mercado más renombrado.
Hace dos siglos —en concreto, el 12 de septiembre de 1816—, el rey Fernando VII aprobó el traslado de la feria de Fuentepelayo desde el mes de septiembre a los tres primeros días de marzo, de donde se deriva su nombre de ‘El Ángel’, al coincidir con la festividad del Santo Ángel de la Guardia.
Con épocas de esplendor y otras de declive, ‘El Ángel’ ha subsistido 200 años. Pero, como no podía ser de otra manera, en las últimas décadas ha sufrido una profunda transformación. Tras la desaparición de la compraventa de animales, en su actual etapa, iniciada en 1985, se centró en la maquinaria agrícola y ganadera, si bien en los últimos años ha ido dando entrada a un amplio abanico de expositores, hasta convertirse en una feria multisectorial.
No obstante, Fuentepelayo se mantiene como un referente en las ferias de maquinaria agrícola y ganadera. “Las grandes empresas del sector se vuelcan con esta feria; traen las últimas novedades”, resalta Juan Cruz Serrano. Coincide con esa visión el alcalde de Fuentepelayo, Daniel López, quien señala, a modo de ejemplo, que han llegado a exponerse utensilios para recoger naranjas, lo que demuestra que la feria no va dirigida exclusivamente a los vecinos de la localidad y su entorno más inmediato, sino que pretende atraer a público de toda España interesado con la maquinaria sector primario. Complementan la feria expositores de todo tipo, destacando entre todos ellos los de alimentación y artesanía, pero sin olvidar productos para el hogar, muebles o servicios varios.
Curiosamente, la feria cuenta en esta edición con tantos expositores como años cumple. “Las expectativas son buenas; si el tiempo nos respeta, esperamos recibir cerca de 30.000 personas”, indicaba ayer el regidor de Fuentepelayo.
Para la localidad, ‘El Ángel’ es ta sagrado como las fiestas patronales. Serrano cree que “está al mismo nivel o incluso superior a los festejos de verano”. Y el alcalde agrega que los hosteleros “prefieren la feria a las fiestas”. El impacto económico de ‘El Ángel’ en Fuentepelayo es, según defiende Serrano, “innegable”, agregando que “salpica además a otros pueblos cercanos”.
Ayer, tanto en los pabellones cubiertos como en las calles había “movimiento”, como gustan de decir a los feriantes. La gran superficie que ocupa la feria —alrededor de 20.000 metros cuadrados— evitó que se registraran aglomeraciones. Pero había público. Y no poco. “Los sábados de la feria —explicaba el alcalde— suele venir gente de lejos de aquí; los domingos, sobre todo de la comarca, pues por esta zona sigue siendo el día festivo por excelencia”.
En cuanto a espectáculos, el más llamativo de este año es el protagonizado por la joven amazona segoviana Marta de Mingo. En el programa de ayer figuraba una exhibición ecuestre, que será repetida en la tarde de hoy (17.00 horas). El caballo, pues, permanece en Fuentepelayo, a modo de símbolo de la historia de una feria con suma ya 200 años.
Ante el cambio climático, laboreo de conservación
“¡Mira que he arado yo con vertedera!. Pero ahora no lo puedo ni ver. En el momento que me di cuenta de los beneficios que tenía para el medio ambiente y para el agricultor la siembra directa, dejé esa práctica”. Quien así hablaba ayer era el presidente de la Asociación Segoviana de Laboreo de Conservación, Eutiquiano Migueláñez, tras la asamblea de la entidad, que reúne a cerca de 60 socios. Migueláñez señaló que la siembra directa, consistente en introducir con una máquina la semilla en el suelo, sin arar, “va a más” en Segovia, insistiendo que , con este método, “hay vida en el suelo”. “A “A las tierras que yo llevo van las cigüeñas porque encuentran lombrices; en las fincas de al lado no entran”, relató.
Tras la asamblea de ASGLAC pronunció una conferencia el ingeniero agrónomo Manuel Gómez Ariza, quien habló del impacto del cambio climático en la agricultura y los beneficios ecológicos de la siembra directa. En la charla, patrocinada por las fundaciones Caja Cega y Caja Rural de Segovia, Gómez Ariza explicó que la agricultura es la causante de 12% de CO” que se emite a la naturaleza, y aconsejando la rotación de cultivos para optimizar el uso del agua.