La familia de Javier Fernández, el que fuera batería del grupo Los Piratas, ejercerá la acción penal contra el agente que realizó el disparo que le causó la muerte el pasado 26 de agosto en su domicilio de Ponteareas, en Pontevedra. De ello informó el abogado Gerardo Gayoso, representante legal de la viuda del artista fallecido, Andrea Montes.
Según el letrado, aunque al principio la familia estaba personada en la causa en calidad de perjudicada, este mismo viernes presentó un escrito en el Juzgado de Instrucción número 2 de Ponteareas en el solicitaba ejercer la acción penal. Y es que, según explicó, la familia defendía que se trataba de un caso de “homicidio”, toda vez que consideraba que la actuación de la fuerzas del orden fueron “desproporcionadas”. “En el momento del disparo no había peligro, la mujer y el hijo estaban fuera de la vivienda y se había avisado de que el marido estaba enfermo”, señalaba el letrado.
La muerte de Javier Fernández estuvo rodeada de polémica desde el primer momento, ya que la familia y la Guardia Civil mantuvieron desde el prinicipio versiones contradictorias sobre lo ocurrido en la vivienda. Mientras que el Instituto Armado informó de que la intervención en la vivienda se llevó a cabo por un supuesto delito de violencia de género, la mujer del batería negó en todo momento que fuese víctima de malos tratos y ratificó ante el propio juzgado que ese día su marido se comportó de forma violenta porque tenía una crisis derivada de la retirada de la medicación para su enfermedad psiquiátrica.
Según la Guardia Civil, el fallecido se comportó de forma muy agresiva y atacó a uno de los agentes que estaba en su domicilio. Ante la persistencia de su actitud, y siempre según la versión ofrecida por la Benemérita, el otro guardia se vio obligado a realizar un disparo intimidatorio que le alcanzó en el abdomen, causándole la muerte poco después.
Sin embargo, su viuda y sus amigos sostienen que pidieron ayuda porque Javier Fernández tenía un brote psicótico, y que en todo momento, se advirtió a los agentes y a los sanitarios desplazados a la vivienda que el músico era un enfermo mental. La mujer negó, asimismo, que el batería la hubiera tenido retenida.
