Este joven segoviano, de 22 años, debutaba con caballos a finales del mes de agosto del pasado año después de haber matado 38 novilladas sin picar en 2009 y otra treintena la temporada anterior en las que obtuvo numerosos triunfos sumando dos indultos. Su corta carrera no le ha impedido entrar en el grupo de las promesas de renovación llamadas a revolucionar el escalafón menor. Sabe mejor que nadie de las muchas dificultades que le esperan por delante hasta ver su sueño hecho realidad, si bien valor e ilusión le sobran para conseguirlo.
Tan solo dos temporadas como novillero y ya se ha hecho un hueco en el escalafón, además de haber sido portada de la revista 6Toros6 junto a otras tres promesas…
Es algo muy bonito, sobre todo por la corta trayectoria que atesoro. Qué duda cabe que salir en una revista especializada como es ésta supone un motivo de orgullo, pero también una enorme responsabilidad por la expectación creada.
En 2009 toreó mucho sin caballos, debutó con los del castoreño y sumó múltiples fechas e infinidad de triunfos…
Así fue, gracias a Dios. Recuerdo con especial cariño las cuatro orejas y el rabo que cortaba en Collado Mediano al día siguiente del debut, o mi paso por Guadarrama donde resulté triunfador. Quizá son las ferias que más me han marcado y espero que me sirvan de cara al 2010. El caso es que me he pasado el invierno recogiendo muchos trofeos.
Sin antecedentes taurinos, ¿cómo decidió iniciarse en esto?
Mi abuela se sigue lamentando de haberme regalado siendo un niño aquel traje de torero. Desde que me lo puse por vez primera ya no quise jugar a otra cosa. Es cierto que sonó raro que de casa saliera un torero, pues no había nada de afición en mi familia.
La decisión no hizo mucha gracia en casa y su padre le puso alguna que otra trampa para apartarle de la profesión…
Es cierto, con la intención de asustarme me llevaba frecuentemente al callejón. Y lejos de conseguir el objetivo, aquello me creó más afición. Tanto es así que un día que no fue él a la plaza, yo solito bajé al callejón con la mala suerte de que saltó una vaca. Por fortuna sólo fue un susto, pues no pasó nada grave.
Éxitos tempranos para un torero de vocación tardía, pues comenzó a matar novilladas en 2008
Así ha sido y tenía claro que al empezar tan tarde debía acelerar mi aprendizaje. Es decir, o me ponía las pilas rápido o me quedaba desbancado. Tanto es así que en mi corta trayectoria ya he indultado dos novillos.
Y las capeas en los pueblos constituían su primera escuela
En las capeas se ha formado la mayor parte de los aficionados y personalmente fue en estos festejos donde yo empecé a querer ser torero. Lo que buscaba era saber si tenía valor suficiente para hacerles a los toros lo que llevaba en la cabeza.
Antes de ir a la Escuela Taurina de El Espinar pasó por la ganadería de Monte La Emirta donde conoció a sus actuales apoderados, Pablo González y Josele
Después de las capeas empecé a ir por fincas, de tapia a los tentaderos para coger un poquito de oficio y en una de las ganaderías que visité conocí a mis actuales apoderados, a quienes causé una grata impresión y me asesoraron y ayudaron para inscribirme en la Escuela Taurina de El Espinar, en la que estuve muy poquito tiempo.
Desde luego, pues en 2008 mató ya una treintena de festejos…
Muy poquitos meses estuve como alumno de El Espinar. Antonio Sánchez Puerto se portó maravillosamente dado que me enseñó mucho y rápido. Luego, al alojarme en Madrid, tuve la gran suerte de poder seguir entrenando con él y eso me ayudó mucho.
¿Cómo recuerda ese debut con caballos en Sepúlveda a finales de agosto del pasado año?
Era un día bonito, soñado por cualquier torero y lo afrontaba como tal, con muchas ganas. Pero si tengo que ser sincero, cuando me estaba vistiendo para ir a la plaza mi mente más que en Sepúlveda estaba en el festejo del día siguiente, puesto que toreaba en Collado Mediano con novilleros muy cuajados, alguno incluso a punto de tomar la alternativa, y sabía que podía suponer un trampolín importante para seguir haciendo novilladas, pues el día de mi debut solo tenía firmadas otras dos tardes.
¿Notó la diferencia entre el eral y el utrero?
La noté para bien, pues me costó menos adaptarme al utrero, ya que la embestida del eral es más rápida y si no estás muy rodado y careces un poquito de oficio no te da tiempo a pensar. Sin embargo, el utrero permite acoplarte y templarle mejor, siempre y cuando tengas el valor suficiente para aguartar sus embestidas.
Ha pasado por Albacete, Palencia, El Puerto, Soria, Vistalegre, si bien la plaza más importante ha podido ser la del Coliseo Romano de Arles…
Desde luego que sí, pues era mi presentación en Francia y no podía haber elegido una plaza mejor. Ha sido la que más me ha impactado hasta el momento, pero no sólo a la hora de hacer el paseíllo y torear allí, sino incluso antes, cuando accedes al coso por la puerta donde soltaban los leones. Tanto es así que al pasar por ella emanaba un olor a aquellas fieras.
¿No le va todo demasiado deprisa?
Al echar la vista atrás en casa me emociono de algunas cosas que por esa celeridad no llegué a disfrutar del todo durante la temporada. Todavía me cuesta creerlo.
