“Lo que está claro es que la estación de autobuses va a tener marquesinas; con diálogo [con los vecinos del edificio anexo], preferentemente, o sin diálogo”. Así de contundente fue ayer el alcalde de Segovia, Pedro Arahuetes, después de dar a conocer una sentencia de la Audiencia Provincial en la que se estima parcialmente un recurso del municipio que, de acuerdo con la interpretación de Arahuetes, da vía libre a estos elementos, que abrieron un largo litigio con los propietarios del edificio colindante.
El alcalde recordó que una primera sentencia, dictada por un Juzgado de Primera instancia en septiembre del año pasado, acordaba demoler las dos marquesinas, la anexa al edificio y la ubicada enfrente, en la campa, además de condenar en costas al Ayuntamiento. La nueva sentencia, según explicó el alcalde, “dice que no hay que demoler la marquesina situada enfrente del edificio, y que la anexa solo se demolerá si pone en peligro la propia edificación”.
propiedad Arahuetes destacó que la sentencia “dice que la campa resulta desafectada en el propio título constitutivo, y que por tanto no es necesario pedir permiso a la comunidad de propietarios para obras ni en la campa ni en los garajes”; “solo impone la limitación de que las obras no pueden afectar a la seguridad del edificio”, añadió.
Así las cosas, el alcalde aseguró que las actuales marquesinas “se mantendrán si no son peligrosas para la seguridad del edificio; y si hay que introducir algún cambio lo haremos”. Según Arahuetes, “la comunidad tendrá que decidir ahora cómo quieren que actuemos, si dialogando o ejecutando la sentencia”.
Arahuetes admitió que la sentencia es recurrible ante la propia Audiencia Provincial, “pero como abogado creo que tienen muy pocas posibilidades de que el recurso se admita siquiera”. La instalación de marquesinas es uno de los elementos clave para que la estación de autobuses sea considerada como tal, y no un simple apeadero.
