El Camino de San Frutos se ha convertido en un extraordinario reclamo, no sólo para los peregrinos, sino también para los deportistas que ven en sus sendas y veredas el marco idóneo para realizar sus entrenamientos. Éste fue el caso de la escuela de triatlón de Segovia, que en la jornada de ayer realizó una marcha en bicicleta recorriendo el primer tramo del camino, con inicio en la Catedral y final en Santo Domingo de Pirón, aunque los miembros de la escuela hicieron final en Sotosalbos.
Aunque las condiciones meteorológicas no invitaban precisamente a practicar el deporte de la bicicleta, e incluso los miembros de la escuela llegaron a plantearse un aplazamiento de la actividad, finalmente en la Puerta de San Frutos comparecieron una treintena de deportistas, entre jóvenes miembros de la escuela y amigos, que con buen ánimo desafiaron a la lluvia, bien sobre la bicicleta, o incluso recorriendo los cerca de 25 kilómetros de trazado a pie. Estos últimos, atletas de buen nivel, consiguieron finalizar esta primera etapa del Camino en una hora y 45 minutos, poco más o menos el mismo tiempo que tardaron los ciclistas.
La organización había previsto que una furgoneta con ropa seca y material para arreglar los problemas mecánicos que pudieran surgir en las bicicletas, fuera acompañando a los deportistas, haciendo la ruta por carretera. Pero, salvo un tramo de camino embarrado entre La Lastrilla y Tizneros que ralentizó mucho el ritmo de los jóvenes deportistas que realizaron el Camino en bicicleta, el resto de la actividad se cumplió sin mayores contratiempos, y todos los participantes en el entrenamiento pudieron llegar en buenas condiciones al Hostal del Buen Amor, situado en Sotosalbos, donde les esperaba un caldo caliente con el que comenzar a recuperar las fuerzas.
Señalización
Javier Aragón, entrenador de la Escuela de Triatlón de Segovia y coordinador de la actividad, señaló que el Camino de San Frutos “está perfectamente señalizado en este tramo que hemos recorrido nosotros, y es ideal para que nuestros jóvenes deportistas vayan practicando con la bicicleta, puesto que no tiene zonas excesivamente técnicas, y salvo el problema que hemos tenido con la zona de arcilla que nos hemos encontrado entre La Lastrilla y Tizneros, el resto de la actividad ha salido tan bien como esperábamos”.
Acerca de la posibilidad de que el Camino de San Frutos se convierta en sede permanente de los entrenamientos de la escuela de triatlón, Aragón indicó que “estoy convencido de que una o dos veces al mes vendremos a entrenar por esta zona, porque me parece idónea para realizar este tipo de entrenamientos en bicicleta”.