La escuela Maristas Sants-Les Corts de Barcelona anunció ayer que se personará como acusación particular en las denuncias contra los profesores que presuntamente abusaron de varios alumnos del centro.
El director de la escuela, Raimon Novell, explicó que los Mossos d’Esquadra le pidieron información sobre los dos profesores implicados, así como sobre un monitor de la escuela.
Este último era un alumno de la Fundación Pere Tarrés que estaba realizando prácticas en el comedor de los Maristas y del que Novell supo que había abusado de alumnas a través de la carta de una familia recibida el 2 de diciembre. En 48 horas estaba denunciado por el director y varias familias que se sumaron a la denuncia, informó Novell.
El director aseguró que no tenía “ninguna constancia” de que en la escuela se hubieran producido abusos hasta que el padre que destapó el caso se lo explicó al director en 2011.
Novell relató que trasladaron al padre todo el interés por saber lo que había pasado y le propusieron denunciarlo conjuntamente, y quedaron en que éste les enviaría los datos de su abogado pero no supieron nada más de él. “Entiendo que haya necesitado su tiempo y nos queremos poner en contacto con él”, comentó el director del centro.
También negó que otras familias avisaran al centro en 2003 y 2005 de que se habían detectado abusos sexuales, como publicaron varios medios. “Hemos investigado y buscado, y no hemos encontrado ninguna constancia de eso”, matizó el director.
Por otro lado, la Fundación Pere Tarrés aseguró que, el mismo día que tuvo conocimiento de los supuestos abusos por parte de un estudiante de su curso de monitor de ocio, lo apartó de las prácticas de comedor en los Maristas de Sants-Les Corts y lo comunicó, conjuntamente, a la Dirección General de Juventud de la Consejería de Bienestar de la Generalitat de Cataluña.
El padre de una de las presuntas víctimas de abusos sexuales del exprofesor de gimnasia del colegio Maristas-Les Corts presentó un recurso ante la Audiencia de la capital catalana en el que pide que el acusado entre en prisión “para evitar la destrucción de pruebas o evitar el riesgo de fuga”.
En este escrito, presentado por el abogado Iván Fernández y el padre del entonces menor, recuerdan que el profesor, J.Benítez, reconoció haber cometido al menos uno de los abusos, por el que podría ser condenado.
