Este concierto clausura el ciclo que, durante el adviento, dedica la Fundación Don Juan de Borbón a llevar la música por los barrios de Segovia. Este año el hilo conductor del ciclo ha sido modernidad y tradición, que define muy bien lo que nos dejaba este concierto, pues las obras de Juan Montón y Mallén, maestro de capilla en esta Catedral de 1759 hasta 1781, representan muy bien una tradición, en lo que de folklore nos traen, y una modernidad, ya que es patente un alejamiento de adornos barrocos y un acercamiento a un incipiente clasicismo, Haydn nace dos años después del maestro Montón y Mallén y se ve que éste conocía la música que se hacía en la Europa de su tiempo.
El marco de la capilla de los Ayala-Berganza puso el marco idóneo, dado que se concluye más o menos cuando nace el maestro Montón, capilla importante, que cierra de forma barroca la construcción gótica del edificio, también tradición y modernidad.
El programa constaba de seis obras de Montón y Mallén en forma de recitativos, arias a dúo, arias a solo, una pastorella y un final con tonadilla y seguidillas con intervención de la Escolanía, junto con dos sonatas «da chiesa» de Mozart, que acompañaban muy bien a la música de Montón, cincuenta años mayor que aquél, sin embargo no chirriaba escucharlos juntos.
La interpretación de las voces solistas, dos sopranos, María del Mar Fernández Doval y Myriam Vincent y un tenor estuvieron a la altura que en el caso de la primera y el tenor nos tienen acostumbrados y Myriam lució una voz diferente a la de su compañera, con bonito color. Los tres tuvieron el reto de presentar una música infrecuente y con arias de mucha dificultad.
El conjunto instrumental estuvo muy bien, destacando la seguridad de Gavilanes al órgano y la interpretación de todos ellos en las dos sonatas religiosas de Mozart.
Por último, la Escolanía, siempre decimos que es un conjunto de mucha calidad y envidiado por muchos. En esta ocasión la dificultad fue mayor, porque preparar a setenta niños, muchos de ellos nuevos, y con una perfecta afinación, es un logro que debemos a Marisa Martín. Es la mejor manera de crear afición a la música clásica y descubrirles la belleza de la interpretación cuando se hace con calidad y rigor, un oasis en la educación de hoy en día.