Asociaciones de padres de alumnos se han mostrado «muy preocupadas» por los recortes que algunas comunidades autónomas han previsto para este curso en materia de educación y han propuesto, en su lugar, la supresión del horario lectivo de asignaturas como Religión y Educación para la Ciudadanía (EpC).
En este sentido, el presidente de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA), Jesús María Sánchez, aseguró a la prensa que los recortes que se prevén en personal y económicos van «en detrimento de la enseñanza y de la escuela pública» y crean «incertidumbre» ante el comienzo del nuevo curso escolar.
Así, señaló que, si se redujera el número de profesores, los alumnos que necesitan clases de ayuda, ya sea por necesidades educativas especiales o por otros motivos, «perderían esos apoyos», algo que, según apuntó Sánchez, iría en contra de la finalidad de la escuela pública, que debe ser «compensadora de desigualdades».
La solución, a su parecer, sería que se mantuviesen las inversiones en políticas educativas y propuso suprimir del horario lectivo la clase de Religión para ahorrar los costes de los salarios de los 15.000 profesores que imparten esta asignatura en España.
«Puestos a recortar, vemos la probabilidad de que la clase de Religión salga del horario lectivo, de la misma manera que el Gobierno de Esperanza Aguirre planteó suprimir la hora de tutoría grupal. Se podría dar en horario extraescolar», remarcó.
Por su parte, el presidente de la Confederación Católica de Asociaciones de Padres de Alumnos y Padres de Familia (Concapa), Luis Carbonel, afirmó que recortar en educación es «un error importante», sobre todo, en un país que está «totalmente a la cola de Europa» en esta materia.
«Reducir la inversión en educación puede traer consecuencias, como es agravar el estado de lamentable fracaso escolar que tenemos y convertir en no operativas las asociaciones de padres, que son esenciales para exigir una calidad educativa», subrayó.
En cualquier caso, el presidente de la Concapa admitió que la situación económica actual es «difícil y seria» y «obliga a que todos hagan sacrificios», como trabajar más horas en el caso de los docentes. No obstante, apuntó que la solución también radica en «gestionar mejor los recursos públicos».
Asimismo, Carbonel propuso eliminar del horario lectivo la asignatura de Educación para la Ciudadanía (EpC), que calificó de «inútil», lo que, a su juicio, supondría «un ahorro de horas de profesorado» que podrían emplearse en reforzar otras clases como por ejemplo «matemáticas y lengua».
Además, Concapa pidió un debate nacional para «racionalizar los horarios escolares» y reivindicó que se reduzcan a dos los meses de vacaciones de verano al tiempo que se aumentan los días de Navidad y Semana Santa y que se modifique el horario continuado que, según señaló, «no es bueno» para los menores.
De este modo, planteó que el curso debe comenzar a principios de septiembre y acabar el último día de junio, pues las vacaciones de los alumnos están «muy mal distribuidas», y urge un debate nacional para la racionalización de los horarios escolares.
«Aunque este tipo de horario sea una reivindicación de los docentes, ésta nunca puede supeditarse al interés de los menores», apostilla Carbonell.
Ambas asociaciones de padres indicaron que reunirán a sus juntas directivas próximamente para abordar la situación lo antes posible y analizar su capacidad de respuesta ante los inminentes recortes, un «problema» que, según indicaron, como padres y madres, les puede perjudicar «de una manera seria».