El Producto Interior Bruto (PIB) de Castilla y León registró un aumento interanual del 0,2 por ciento en el tercer trimestre de 2010, tasa similar a la observada en los tres meses anteriores, cuando se situó en el 0,3 por ciento, con lo que engancha seis meses consecutivos de aumento, según explicó hoy la consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, durante la presentación de los datos de contabilidad de Castilla y León.
En este sentido, destacó un crecimiento que está muy vinculado al registrado en el conjunto del viejo continente. Y es que la economía de la Unión Europea de los 27 subió un 1,9 por ciento, frente al 2,1 UE-16. “Eso es importante para Castilla y León, ya que pueden mejorar las exportaciones al exterior si la economía de los países europeos es buena”, aseguró.
Con la vista puesta en el final de año, la consejera avanzó que la Junta no cambiará las previsiones de variación de la economía, que siguen en el -0,2 por ciento. “El último trimestre habitualmente no es bueno, pero seguro que estaremos en positivo. Terminaremos el ejercicio mejor que España, aunque la economía es muy volátil e imprevisible y todo puede afectar, como el rescate de Irlanda por parte de a UE, que repercute en España y en Castilla y León”, argumentó.
Así, precisó que, analizando la evolución del PIB desde la perspectiva de la oferta, durante el tercer trimestre de 2010 se incrementó el valor añadido bruto (VAB) de todos los sectores productivos, a excepción de las ramas energéticas y de la construcción, que se contrajeron.
Por sectores, el VAB del sector primario creció en el tercer trimestre un 4,5 por ciento, superior al 3,5 estimado en anterior, “debido a los mejores resultados previstos en el sector agrario y a una evolución más favorable del sector ganadero”. Concretado, estos datos se argumentan, según la Junta, en el último avance disponible de producción agraria, que indica “importantes” crecimientos de los principales cultivos respecto de la campaña anterior; y en el sector ganadero, que registra en conjunto un aumento de su producción (frente al retroceso observado en el segundo trimestre), como consecuencia del positivo comportamiento tanto de la producción cárnica como de la producción láctea.
Igualmente, el valor añadido bruto de la industria creció en el periodo de estudio un 1,3 por ciento (2,8 por ciento en el segundo trimestre), con lo que se observa una evolución menos favorable tanto de las ramas energéticas como de las manufactureras. Así, el VAB de estas últimas desaceleró su crecimiento hasta el 1,6 por ciento (inferior al 2,7 del trimestre anterior); las ramas alimentarias, textil, confección y calzado y material y equipo eléctrico mostraron un mejor comportamiento que en los tres meses anteriores, mientras que en las restantes se observó una evolución más desfavorable.
En este sentido, las ramas energéticas decrecen un 0,1 por ciento (frente a una tasa positiva del 3,3 por ciento en el trimestre anterior), consecuencia de la contracción observada tanto en las ramas extractivas como en la producción y distribución de energía eléctrica, gas y agua.
