Desde hoy, 1 de junio, y durante toda la semana, la Dirección General de Tráfico inicia una campaña de controles preventivos de alcohol y drogas entre los conductores. La nueva Ley de Seguridad Vial incrementó las sanciones por conducir bajo los efectos de estas sustancias y puso el foco de atención en los reincidentes.
Cuatro de cada diez conductores fallecidos el año pasado en accidente de tráfico presentaron resultados positivos en sangre a drogas y/o alcohol y/o psicofármacos, según consta en la memoria sobre víctimas mortales en accidentes de tráfico 2014, elaborado por el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses. En Castilla y León, en el año 2014, se registraron tres accidentes con víctimas mortales en vías interurbanas —dos en la provincia de Burgos y uno en la de Soria— con el factor concurrente de presencia de alcohol/drogas y el resultado de tres fallecidos, dos heridos hospitalizados y un herido leve.
Estos datos, junto con los resultados de los controles preventivos y aleatorios realizados hasta ahora, llevan a la Dirección General de Tráfico a incrementar durante una semana la vigilancia sobre este factor de riesgo, causante, según datos del Observatorio Europeo para la Seguridad vial (ERSO), del 25% de todas las muertes en carretera en Europa.
Durante los siete días de duración de la campaña (1-7 de junio), los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil (ATGC), incrementarán los controles preventivos de alcohol y drogas entre los conductores, en cualquier carretera y a cualquier hora.
Como suele ser habitual, se ha invitado a las policías locales y autonómicas a sumarse a la campaña, de modo que se traslade a los distintos usuarios de la vía el mensaje de tolerancia cero de alcohol/drogas y conducción independientemente de la vía por la que se circule.
Una de las razones de seguir realizando este tipo de campañas es la constatación que el aumento de los controles preventivos es uno de los factores que está favoreciendo un cambio de comportamientos de los ciudadanos sobre esta materia haciendo que el porcentaje de positivos en controles preventivos de alcoholemia haya descendido del 5% en 2001 al 1,7% en 2013.
El objetivo establecido en la Estrategia de Seguridad Vial 2011-2020 es bajar del 1% los positivos de alcoholemia en los controles preventivos aleatorios.