La cruz, una sencilla estructura de madera de 3,6 metros de largo por 1,60 de ancho ha llegado a Segovia procedente de Valladolid, y ha realizado en el convento de las Clarisas de Cuéllar su primera parada, tras la que la cruz se desplazó hasta el polideportivo «Santa Clara», donde tuvo lugar una Eucaristía presidida por el obispo de Segovia, Ángel Rubio Castro.
Ya por la tarde, la cruz llegó a Segovia pasadas las cinco de la tarde, donde fue recibida en el Colegio Claret, cuyos alumnos la portaron en procesión junto al icono de la Virgen María hasta la plaza del Azoguejo, donde la esperaba un numeroso público.
A los pies del monumento romano, esperaban la llegada de la Cruz el obispo de Segovia, acompañado por el alcalde de la capital, Pedro Arahuetes y varios ediles del municipio segoviano.
Ante la cruz, monseñor Rubio se dirigió a los presentes para recordarles que esta iniciativa fue impulsada por el papa Juan Pablo II en 1984 con el objetivo de que fuera «un signo itinerante del amor de Cristo hacia la humanidad».
Asimismo, ha recordado las palabras del papa Wojtyla en las que pedía a los jóvenes que «salieran a la calle para predicar a Cristo en las plazas y las ciudades, porque no es tiempo de avergonzarse del Evangelio, sino de predicarlo desde los terrados».
El obispo ha invitado también a la juventud a «romper con un estilo de vida confortable y rutinario para dar a conocer a Cristo», y ha extendido la invitación a los cristianos que «quieran comprometerse en la evangelización».
Tras una breve oración, la cruz ha sido trasladada en procesión hasta la Catedral, portada por jóvenes de colegios católicos, parroquias y movimientos diocesanos, y en el recorrido hasta el templo ha realizado dos paradas para la oración y el testimonio de varios jóvenes.
Una vez en la Catedral, ha tenido lugar una vigilia de oración que se ha prolongado hasta las 23,00 horas, en la que han intervenido también representantes de parroquias y movimientos católicos de la provincia.
La cruz continuará mañana su recorrido por Segovia para desplazarse hasta la ermita de San Frutos en el corazón de las Hoces del Duratón, donde presidirá la misa solemne en honor del patrono de Segovia, cuya festividad se celebra el 25 de octubre, y por la tarde estará presente en una misa solemne en El Espinar.
El periplo de este símbolo por Segovia concluirá el martes 26 de octubre, donde la Cruz permanecerá todo el día en la iglesia del Seminario de Segovia, desde donde partirá hasta el Convento del Corpus para desde allí ser entregada a la diócesis correspondiente.
