La popular expresión «no tengo ni para tabaco» que de forma humorística se emplea para definir la falta de recursos económicos parece tomar cuerpo a tenor del descenso registrado tanto en la venta como en el consumo de las distintas labores de tabaco que se ofrecen en los estancos de la provincia. La crisis, unida a la subida de los precios y a las restricciones al consumo que marca la Ley Antitabaco, son motivos más que sobrados para que las cifras de venta registradas en 2012 hayan experimentado un descenso leve pero muy significativo en la provincia, en comparación con el anterior ejercicio, que se cifra en el 1,72 por ciento.
Conforme a los datos facilitados en las estadísticas del Comisionado Nacional del Mercado de Tabacos (CNMT), la facturación total registrada en Segovia por la venta de las distintas labores de tabaco en los estancos de la provincia fue el pasado año de 41. 058.913 euros, cantidad sensiblemente inferior a la de 2011, en la que se facturaron 41.778.603 euros. Por sectores, la venta de cigarrillos experimentó un descenso del 4,9 por ciento, con 36,3 millones de euros, aunque la caída fue más acusada en el número de cajetillas vendidas, que pasó de los 10 millones vendidas en 2011 a los 8,9 del pasado año, cifras que suponen un descenso del 11,9 por ciento. Los fumadores de pipa redujeron también el consumo de tabaco de forma bastante significativa, y pasaron de las 4.970 latas consumidas en 2011 a las 2.947 registradas el pasado año, lo que supone un descenso que supera el 30 por ciento. También se redujo la facturación un 28,2%, y los estancos vendieron el pasado año 127.118 euros por este concepto frente a los 177.761 en 2011.
Al otro lado de la balanza se sitúa el consumo de tabaco de liar, que vive una nueva «edad de oro» motivado por su bajo precio en relación con el de los cigarrillos. Los fumadores han vuelto su mirada hacia esta alternativa que recupera la vieja costumbre del librillo de papel de fumar y la habilidad de hacerse un pitillo, y las ventas han aumentado un 45,17 por ciento, facturándose por este concepto 2,44 millones de euros en los estancos frente a los 1,68 contabilizados en 2011. Por unidades, el aumento también ha sido significativo, y se vendieron 18.363 paquetes de tabaco de liar en 2012, mientras que el pasado año apenas se alcanzaron las 13.500 unidades.
El consumo de tabaco de liar se sitúa ya en el segundo lugar de ventas por encima de los cigarros, que aunque también experimentaron un sensible aumento en ventas ya están por debajo de esta labor. Los consumidores de cigarros gastaron en los estancos segovianos 2,1 millones de euros para adquirir 8,89 millones de unidades, lo que supone un aumento del 5,9 por ciento en la facturación y del 17,3 por ciento en unidades vendidas respectivamente. Estas cantidades son muy similares a las que se registran en Castilla y León, donde también se registró un descenso en las ventas, aunque en el caso de la región apenas superó el 1, 17 por ciento.
En cuanto a las marcas, el tabaco rubio sigue siendo el preferido por los consumidores, y referencias como Malboro, Winston, Chesterfield, Fortuna y Camel ocupan los cinco primeros lugares como las más vendidas , y suponen casi el 45 por ciento de las ventas totales en los estancos.
