La lluvia, el deshielo de la nieve acumulada tras las precipitaciones caídas en los últimos días y un mínimo aumento puntual de las temperaturas ocasionaron ayer la crecida de los ríos que atraviesan la provincia, con especial incidencia en el Eresma, cuyo aumento de caudal ocasionó problemas y obligó a llevar a cabo medidas puntuales para paliar los efectos de su desbordamiento en algunas zonas.
El aumento del caudal del Eresma añadió a las circunstancias meteorológicas el desembalse del Pontón Alto, actualmente al 100 por ciento de su capacidad, que abrió sus esclusas para verter sobre el río un caudal que en momentos puntuales llegó a bordear la referencia de alarma hasta alcanzar un caudal de 31, 62 metros cúbicos por segundo. La Confederación Hidrográfica del Duero aseguró que la escasa capacidad del embalse -7,4hectómetros cúbicos- hace que los tramos del Eresma no cuenten con posibilidad de regulación, lo que suele dificultar el control del caudal de los ríos en periodos de crecida.
En Segovia, el punto más crítico de la crecida se ubica en las inmediaciones de la Casa de la Moneda, donde desde primera hora de la madrugada del sábado, efectivos del cuerpo de Bomberos se desplazaron hasta la zona para controlar la subida del nivel del río. La concejala de Medio Ambiente, Paloma Maroto, explicó que hasta el histórico edificio se desplazaron dos bombas de achique, aunque el progresivo aumento del caudal durante la noche aconsejó desplazar otras dos bombas más con el fin de evitar que el agua inunde las zonas de la ceca que suelen verse afectadas por las inundaciones.
Además, fueron instalados sacos en puertas y ventanas en previsión de que el agua pudiera rebosar el caudal, pero la progresiva mejoría del tiempo y la ausencia de precipitaciones a lo largo del día evitaron la aparición de problemas. La alcaldesa Clara Luquero siguió personalmente las labores de prevención realizadas por los bomberos, desplazándose hasta la Ceca para recabar información de los técnicos sobre la evolución del caudal. Los bomberos también vigilaron a lo largo del día otros puntos del Eresma, sobre todo a su paso por el barrio de San Lorenzo, donde no se registraron problemas significativos.
La crecida del Eresma ocasionó problemas de tráfico en la carretera de Hontanares, donde el agua llegó a inundar uno de los carriles durante la mañana, lo que obligó a establecer medidas de señalización que evitaron el corte de la vía. La situación quedó normalizada ya a última hora de la tarde.
En la provincia, las balsas de agua entre Boceguillas y Grajera y Grajera y Sequera de Fresno hicieron necesaria la intervención de los servicios viarios de la Diputación en Sepúlveda, que señalizaron durante la noche las zonas más afectadas sin necesidad de cortar las carreteras. También hubo problemas puntuales en la N-110 entre Ayllón y Maderuelo, que quedaron resueltos a primera hora de la tarde.
Además de la lluvia, el viento ocasionó también no pocos problemas en toda la provincia, centralizados en la caída de ramas y en el aseguramiento de tejas en cubiertas, sin que se produjeran incidencias reseñables con este motivo.
Alerta por viento y nieve hasta el martes
La Agencia de Protección Civil de la Junta de Castilla y León ha declarado la situación de alerta en la Comunidad desde hoy sábado y hasta el próximo martes por el riesgo de vientos fuertes y nevadas en la Comunidad. Según informan desde la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, las rachas de viento podrían alcanzar los 100 kilómetros por hora en algunas zonas, y la probabilidad de precipitación en forma de nieve será elevada en todas las zonas montañas, y podría afectar con diferente intensidad a cualquier punto de la región.
En la provincia de Segovia se prevén precipitaciones de nieve, con acumulación de hasta 10 centímetros en el Sistema Central y 2 centímetros en la meseta. Además, se esperan rachas fuertes de vientos que podrían alcanzar los 80 kilómetros por hora en la meseta. Las temperaturas seguirán en descenso, con mínimas que oscilarán entre los dos y los cinco grados bajo cero.
Ante esa previsión, la Agencia de Protección Civil desaconseja en esos días realizar cualquier actividad al aire libre en zonas de montaña, así como extremar la precaución en los desplazamientos por carretera. En este último caso, se recomienda llevar en el vehículo medios para circular por carreteras nevadas (cadenas, fundas textiles, neumáticos de invierno), teléfono con la batería completamente cargada, ropa de abrigo y mantenerse informado sobre el estado de las carreteras.
Ante la previsión de vientos fuertes, aseguran que conviene revisar los anclajes de los elementos fijados en el exterior del edificio, como antenas, carteles, macetas, cornisas, persianas, toldos, etc., y asegurar puertas y ventanas, especialmente las exteriores.
