Las obras de consolidación del talud de la Cuesta de los Hoyos han supuesto un coste de unos 80.000 euros, según explicó ayer en rueda de prensa el delegado territorial de la Junta de Castilla y León, Luciano Municio, quien valoró el “esfuerzo extraordinario” que se ha hecho en esta actuación para garantizar la seguridad de bienes y personas y anteponerlos a cualquier interés.
Acompañado del jefe de la sección de Conservación de Carreteras, Carlos Díez Barrio, Municio compareció ayer ante los medios de comunicación para explicar en qué han consistido las obras de apuntalamiento del talud de la Cuesta de los Hoyos, del que el pasado 22 de noviembre se desprendió una roca de casi cuatro toneladas que obligó a cortar el tráfico hasta el miércoles. El delegado territorial señaló que “han sido 37 días de trabajos, en una intervención compleja, teniendo en cuenta que se ha llevado a cabo en un período de fiestas, como las del puente de diciembre, y en las Navidades, con algunos problemas para gestionar las labores, para lo que se han alargado las jornadas laborales”.
Municio añadió que la climatología también ha sido adversa, con la complicaciones que conlleva el hielo, “pero gracias a los medios materiales específicos empleados y al personal cualificado, se han podido concluir en el menor tiempo posible”. En este sentido, Luciano Municio quiso agradecer el esfuerzo realizado por el personal y las instituciones que han participado en la actuación, como el personal de Conservación de Carreteras, los Bomberos y la Policía Local de Segovia, los concejales de Urbanismo y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Segovia, y la empresa Heragón S.A., que ha ejecutado los trabajos.
Además de la consolidación del talud de la carretera, se ha llevado a cabo una revisión íntegra del resto de tramos de la Cuesta de los Hoyos. “Se han limpiado y reafirmado todas las mallas para no intervenir en un período de tiempo largo”, aseguró el delegado.
Como se recordará, la primera fase de intervención de las obras ejecutadas concluyó tras la extracción y retirada de casi 50 toneladas de roca inestable del talud afectado, que alcanza los 20 metros de altura y suma una superficie de unos 1.800 metros cuadrados. Eliminados los riesgos de desplome, las obras continuaron con el reforzamiento de la malla metálica, en la idea de que si en el futuro se produce otro desprendimiento, la roca quede atrapada y no llegue a la calzada.
Los trabajos realizados en esta vía han consistido en un saneo y una inspección previa del macizo del tipo sedimentario constituido por roca detrítica tipo arenisca, en cuyas labores de saneo se ha utilizado una retroexcavadora de 32 toneladas y martillo rompedor de 2,5 toneladas.
