La colaboración vecinal ha permitido llevar a cabo la restauración del retablo de Jesús el Resucitado y el cuadro de San Miguel Arcángel de la iglesia de la Inmaculada Concepción de Cantimpalos. Las obras se realizaron con el patrocinio del bar Sirena y la carnicería Hermanos Pastor, que sirvieron una cena a más de 400 vecinos. Otra de las iniciativas fue una paellas para todos los vecinos.
La restauración ha sido acometida por la empresa Dammar Restauración y Conservación, dos jóvenes empresarias Mariví Postigo Llorente, de Cantimpalos, y Diana Martínez Sanz, de Fuentepelayo, que cuentan con una amplia experiencia en trabajos de retablos e imaginería en muchos pueblos de la provincia.
El retablo de Jesús el Resucitado es de estilo barroco, del siglo XVII. Es una bella representación con doble cuerpo y hornacina central, decorados en su parte superior con lienzos de temas religiosos. Según explican las restauradoras, los criterios seguidos en la restauración de este retablo han sido principalmente los de la conservación y el máximo respeto hacia la obra.
Se han limpiado y consolidado y también se ha procedido a reintegrar cromáticamente donde ha sido necesario para facilitar la lectura estética de la obra. “La eliminación de las gruesas capas de suciedad, polvo y barnices oxidados nos permite comprobar los colores reales tanto de las pinturas de los murales, como la escultura de Jesús el Resucitado. El brillo, color y luminosidad que luce el retablo es el mismo que aparecía cuando se realizó, hace siglos”, comentan las restauradoras, que se sienten muy orgullosas de la obra y de los agradecimientos del sacerdote y los feligreses.
El retablo de San Miguel Arcángel representa el triunfo del bien sobre el mal, el ángel guerrero, el conquistador de Lucifer, con su talón sobre la cabeza del enemigo infernal. La Iglesia Católica lo considera como patrono y protector. Y la imagen de Jesús el Resucitado representa el triunfo de la vida sobre la muerte.
Está previsto continuar con la restauración de otras joyas artísticas e históricas, como los altares de la parroquia, Bien de Interés Cultural, así como el tornavoz.