En 2001, Lance Armstrong decidió dejar el sur de Francia y mudarse a España para instalarse gran parte del año en Gerona. Entonces dijo que lo hacía para entrenar en sus montañas, pero el informe de la Usada revela que el doping tuvo mucho que ver.
La conexión del estadounidense con España tiene dirección y nombres propios: los médicos Pedro Celaya y Luis García del Moral y el entrenador José Martí, que, según relata el ente norteamericano, fueron fundamentales en el «sofisticado» programa llevado a cabo en el equipo US Postal.
Después del estallido del caso Festina en el Tour de 1998, Armstrong abandonó su residencia en Niza para instalarse en la ciudad catalana. El territorio nacional era por entonces considerado un lugar más seguro para consumir sustancias prohibidas.
En cualquier caso, el trabajo era mucho más fácil para García del Moral y Martí, que vivían en Valencia, donde también fijó su residencia Johan Bruyneel.
Una de las primeras decisiones del belga al llegar al US Postal como director deportivo fue sustituir al jefe médico. En lugar de Celaya contrató a García del Moral, un hombre al que los testimonios recogidos por la Usada describen como «más agresivo» en la administración de productos dopantes.
«Si entraba en una habitación, pronto tenías una aguja en el brazo», ironizó en su declaración Christian Vande Velde. Los corredores se quejaron de sentirse a veces como ‘conejillos de indias’ al no ser informados siquiera de lo que les inyectaba.
Según recuerda Jonathan Vaughters, hoy director del Garmin, Armstrong le comentó que Celaya era demasiado «conservador» con el doping. Sin embargo, el galeno vasco volvió al equipo en 2004, después de cinco años en la ONCE de Manolo Saiz.
Según la Usada, García del Moral cayó en desgracia porque el líder lo culpaba de su menor rendimiento en el Tour de 2003, el cuarto de los siete seguidos que el estadounidense ganó.
EPO, testosterona, hormona de crecimiento y transfusiones de sangre: el informe detalla el uso de todo tipo de sustancias, muchas de las cuales llegaban a los corredores por medio de Martí, que era conocido como el ‘correo’.
Los tres fueron suspendidos de por vida por la organización norteamericana, pero podrían enfrentarse a acciones penales en España, donde la Agencia Antidopaje Estatal piensa remitir el informe a la Fiscalía.
Por otro lado, y después de conocerse el escrito, la escuadra RadioShack, hasta ahora al mando de Johan Bruyneel, anunció la marcha «de mutuo acuerdo» del director, ya que «a la luz de los testimonios» revelados «ya no puede dirigir el equipo de forma eficiente y cómoda».
El belga, jefe de Armstrong en los siete triunfos en el Tour del excorredor estadounidense, aparece nombrado en más de un centenar de ocasiones en el vasto informe.
Asimismo, Rudy Pevenage, manager del alemán Jan Ullrich, lamentó que todos fueron «víctimas» del deportista texano y de Bruyneel, cuyo dominio hizo que su pupilo tuviese que recurrir al dopaje. «Creíamos que nuestros rivales estaban haciendo lo mismo, pero Armstrong y el US Postal nos asombraron. ¿Qué podíamos hacer? ¿Dejarles jugar mientras ningún control podía cogerles? Intentamos averiguar la receta, la misma que él», destacó.
Mientras tanto, el director del Tour, Christian Prudhomme, confesó que prefiere dejar vacantes los siete títulos de la prueba que Lance Armstrong perderá próximamente. «Preferiríamos que no hubiese ganador alguno», matizó.
Además, agregó que la organización no puede decidir acerca de sus campeones, ésa es una decisión que está en manos de la UCI, que dispone de tres semanas para tomar una decisión tras conocerse el demoledor informe de 1.000 páginas que ha puesto ‘patas arriba’ el mundo del ciclismo.
