Un almacén de la localidad italiana de Pordenone ocultaba desde hacía décadas un auténtico tesoro cinematográfico: la única copia de Too much Johnson, la primera película que dirigió Orson Welles anterior a su obra maestra, Ciudadano Kane.
Este director realizó su primer trabajo a modo amateur con tan solo 19 años, The hearts of age, un corto de apenas ocho minutos que codirigió con su colega de instituto William Vance. Sin embargo, la primera experiencia como director profesional de Orson Welles fue con Too much Johnson, mediometraje que se creía perdido, ya que la única copia conocida se quemó en un incendio en Madrid.
Rodada en 1938, la cinta es una comedia muda de enredos y líos de faldas de 40 minutos que parte de un proyecto artístico multidisciplinar concebido por Welles. La película estaba destinada a proyectarse en Broadway en forma de tres prólogos junto a una obra de teatro del mismo título.
Este filme está protagonizado por actores como Joseph Cotton, Virginia Nicholson (esposa de Welles), Edgar Barrier, Arlene Francis o Ruth Ford. El joven director, que tenía por aquel entonces 23 años, no llegó a terminar el trabajo.
«Lo mejor que le pasó con Too Much Johnson fue que descubrió la edición y comenzó a explorar todas sus posibilidades. Sospecho que en ese momento, de repente perdió todo el interés en la producción y le habría encantado haber continuado su autoeducación celuloide», asegura Simon Callow, el actor británico, director y escritor de The road to Xanadu, la biografía oficial de Welles.
«Era un novato total descubriendo un nuevo medio sin saber cómo iba a funcionar», sentencia. La película se desechó por completo y la obra homónima nunca llegó a estrenarse en Broadway.
Es curioso que los dioses del cine eligieran Pordenone como lugar para que reaparezca la cinta, ya que la localidad italiana alberga Cinemazero, una organización cultural dedicada a la revisión y cuidado de los clásicos más añejos del séptimo arte.
Los responsables de esta entidad trasladaron la cinta hasta George Eastman House en Rochester (Estados Unidos), donde está en proceso de restauración.
«Sostener en mis manos la misma película que había editado personalmente Orson Welles hace 75 años provoca una emoción que es simplemente imposible de describir», confiesa entusiasmado Paolo Cherchi Usai, supervisor de proceso de reparación.
La cinta se proyectará por primera vez el próximo nueve de octubre en Le Giornate del Cinema Muto, evento organizado por Cinemazero y La Cineteca de Friuli en Pordenone. Además, podría estar disponible en Internet a final de año.
