El presbiterio de la capilla mayor de la Catedral comenzará un proceso de renovación a partir de mañana martes con las obras que el Cabildo llevará a cabo sobre el proyecto del arquitecto Antonio José Mas-Guindal Lafarga. Esta intervención única en años tiene como objetivo actuar sobre los elementos que con provisionalidad se han ido introduciendo desde el Concilio Vaticano II en el altar, la cátedra móvil, el ambón, y los asientos de los concelebrantes, todo lo cual ha producido una falta de unidad en el diseño y en la relación de las partes con el entorno histórico.
Las obras, basadas íntegramente en los requerimientos realizados por el Cabildo de la Catedral de Segovia, abordarán un nuevo amueblamiento del presbiterio con un diseño del siglo XXI y “con carácter de cierta reversibilidad si fuera necesario”, según lo recalcado en el proyecto presentado por el estudio de arquitectura. Con un marcado carácter de sobriedad, grandeza y convivencia en el sitio histórico existente, la plataforma, el altar, ambón, cátedra del obispo y sitiales de los celebrantes serán completamente reformados, añadiéndose un crucifijo junto al altar, según informa el cabildo en un comunicado de prensa.
La empresa constructora que va a llevar a cabo las obras es Construcciones y Restauraciones Barrionuevo S.L y se prevé que finalicen hacia finales de enero de 2017.
El proyecto tiene como objetivo dignificar la liturgia y favorecer la armonía y visibilidad de los ritos, así como una mejor accesibilidad de los celebrantes; para lo cual la plataforma se amplía y adelanta unos metros. El material elegido para uniformar el conjunto del presbiterio es el mármol –blanco y gris- y granito, y se conservará íntegramente el dibujo del pavimento actual. Sobre esta nueva plataforma se situará el resto del amueblado, excepto los asientos de los canónigos que estarán en la parte baja.
El nuevo altar, de 95 centímetros de altura, se va a situar en una pequeña plataforma blanca de un peldaño de altura. Realizado en piedra de mármol blanco con un remate de borde similar a las molduras de Sabatini ya existentes en las balaustradas traseras-, el altar, centro de la liturgia, tendrá la consistencia que requiere.