Un grupo de unas 40 personas pudieron ayer aprender sobre el terreno el recorrido del Acueducto soterrado y otros restos romanos que se encuentran en la zona urbana más antigua de la ciudad con las explicaciones de la arqueóloga Isabel Marqués.
La ruta se denominaba Superficie y subsuelo: El Acueducto y los restos Romanos y recorría el monumento característico de Segovia esta vez desde su parte menos vistosa y menos conocida, como línea vertebradora de una ocupación romana cada vez más patente y mejor documentada a través de las últimas investigaciones e intervenciones arqueológicas llevadas a cabo dentro del recinto histórico.
A través del programa ‘Domingos de Patrimonio’ se organizó esta marcha guiada para recorrer una de las caras menos conocidas de la cultura segoviana. Las actividades se llevan celebrando desde mayo y cada domingo buscan que tanto turistas como segovianos conozcan la ciudad menos común que acompaña a los monumentos más vistosos y solicitados.
Con un discurso ágil y sencillo, Marqués intentó dar a conocer las zonas ocultas del Acueducto que acompañan a la visible, explicando en un primer momento la historia y funcionalidad del monumento en la época romana. La marcha se dirigió hasta donde en su día se dispuso que tenían que pasar los canales subterráneos, puntos que se han marcado mediante una chapa de color cobrizo en el suelo del trazado conocido que recorre de oeste a este la ciudad.
El recorrido constó de diversas paradas en las que atender a las explicaciones de la arqueóloga, entre ellas la Subdelegación del Gobierno, el Hotel Casa Mudéjar o la Plaza Mayor; en esta última se pudo ver ‘in situ’ uno de los canales que transcurrían por debajo de la plaza. Marqués insistió en la importancia de la antigua Segovia romana, debido en gran parte a que éstos consideraban al agua un elemento vital dentro de su civilización. Roma y sus dominios eran embellecidas y canalizadas por grandes obras hidráulicas para mostrar la importancia de un lugar, por lo que Segovia, por el gran proyecto y reto para la ingeniería que significó la construcción, se puede suponer que era un importante enclave durante la época romana.
Marqués recordó los descubrimientos realizados al rehabilitar algunos edificios del casco viejo, pero también los periodos en los que muy posiblemente se perdió gran parte del patrimonio romano existente en Segovia, víctima de la destrucción o de construcciones superpuestas a las antiguas, que supuestamente se sucedieron tras la repoblación de Segovia al final del siglo XI, con la construcción urbanística palaciega de finales del siglo XV y principios del XVI y la gran ampliación urbanística contemporánea acaecida durante el siglo XIX y principios del XX.
Marqués agradeció tras el acto “la receptividad de la gente que había participado”, comentando que la marcha se había desarrollado de manera muy positiva. Desde su punto de vista profesional señaló que en Segovia la arqueología tiene carácter preventivo y en muchos casos viene marcada por la renovación, reconstrucción o rehabilitación de algunos edificios, en lo que describe como “una limitación por el propio espacio”. No obstante, esta profesional cree que sobre las estructuras romanas “queda mucho por saber a pesar de tener constancia de que una parte se ha perdido”.
