En sintonía con los pueblos de la provincia, la capital también reducirá su presupuesto, empezando por la cabalgata, entendida por la concejala de Cultura, Clara Luquero, como “la actividad festiva organizada por el Ayuntamiento que mayor número de ciudadanos saca a la calle”, entre 15.000 y 20.000 personas. Pues bien, si la cabalgata de 2008 supuso un gasto para las arcas municipales cercano a los 80.000 euros, en esta ocasión no superará los 60.000. Aunque la cifra pueda continuar pareciendo elevada, Luquero enumera el altísimo número de trabajos que requiere una cabalgata, desde el cuidado de los trajes hasta la preparación de las carrozas, pasando por equipos de iluminación, sonido… “El presupuesto es importante, pero se reparte entre muchísima gente”, insiste.
¿En qué se recortará?. Principalmente, en los espectáculos que se desarrollan a lo largo de su recorrido. “No hemos querido reducir gastos en los acompañamientos musicales que van con los Reyes Magos, que son músicos segovianos; queremos así aminorar de alguna forma los efectos de la crisis sobre los artistas de la ciudad, sobre nuestro tejido creativo”.
Consciente de que, en situaciones de crisis, su departamento es el primero donde “se mete la tijera”, Luquero insiste en que, una vez atendidas las necesidades básicas, la cultura debe ser considerada un servicio prioritario, “por su clara dimensión social”.
En Segovia, los recortes no se limitan a la cabalgata. Las medidas de control del gasto han ido endureciéndose y, si ya se eliminó el vino navideño con los funcionarios y se redujo el número de christmas que enviaba el Ayuntamiento, este año ha tocado el turno a los periodistas, que no recibirán el regalo que les entregaba el alcalde en la tradicional cena de Navidad con los medios.
