La Biblioteca Nacional de España (BNE) presentó ayer su nueva exposición ‘Rubens, Van Dyck y la Edad de Oro del grabado flamenco’, en la que se recogen algunos de los grabados flamencos del siglo XVII conservados en la Biblioteca Nacional y que estará abierta al público desde el día de hoy hasta el 31 de enero de 2016, en la sala Recoletos de la BNE. Además, entre las 180 obras de las que se completan la exposición, se podrán contemplar cuatro pinturas cedidas para la exposición por el Museo del Prado, relacionadas con los grabados: ‘La Piedad’ y ‘Retrato de María Ruthven’, de Van Dyck; ‘La Sagrada Familia con Santa Ana’, de Rubens; y ‘La Cocina’ de David Teniers.
En concreto, la muestra se centrará en dos de las figuras más destacadas del arte flamenco de esta época: Peter Paul Rubens y Anton van Dyck. Del primero, solamente se conocen dos grabados atribuidos a él, pero supervisó la labor de un grupo de los mejores grabadores de la época: Galle, Vorsterman, Bolswert o Pontius para que reprodujeran sus pinturas, cuyas estampas se encargó de publicar el mismo Rubens. Posteriormente, otros grabadores siguieron reproduciendo muchas de sus composiciones en este sentido.
En este sentido, la comisaria de la exposición, Concha Huidobro, señaló que Van Dyck “fue un extraordinario retratista que, en su obra ‘La Iconografía’, creó numerosos modelos de retratos que tuvieron una enorme influencia en toda Europa”.
Por su parte, la directora de la BNE, Ana Santos Aramburo, afirmó que se trata de “una colección llena de fuerza creativa y expresiva” y “fruto del trabajo de muchos años” de la comisaria. Asimismo, confió en que la muestra sea “muy visitada” y el público pueda “disfrutar , conocer y empaparse” de una “colección bastante desconocida” con “materiales importantes para la historia del arte” y “que sirva para dar a conocer la colección de la BNE en este caso”.
La exposición también se hace eco de ‘Los nuevos géneros artísticos: Paisajes y escenas de costumbres’ con obras de Paul Brill, Nicolas de Bruyn, Lucas van Uden o grabadores como Galle, los Sadeler o Bolswert, según las creaciones de Rubens y Jan Brueghel, entre otros. Otro aspecto importante del arte flamenco fue la fuerza de las costumbres y los paisajes.
