La empresa de calificación crediticia Standard & Poor’s (S&P) advirtió hace unos días de que la solvencia de los bancos europeos «seguirá sufriendo» hasta que se restaure la confianza y se reduzca la elevada incertidumbre actual, según recoge en un informe en el que identifica los cinco riesgos fundamentales para los ratings de estas entidades.
En concreto, la calificadora señala que esos cinco peligros son el debilitamiento de la solvencia soberana, la recesión económica, las limitaciones de financiación, la transición, una regulación más estricta y un posible cambio en el apoyo de los Gobiernos a la banca.
En primer lugar, señala que cualquier nuevo debilitamiento de la solvencia soberana afectaría, probablemente, directa e indirectamente a los ratings de los bancos y se traduciría en rebajas de sus notas. Por el contrario, una recuperación una estabilización podrían aliviar las presiones sobre los de las entidades financieras.
Asimismo, subraya que también es más probable que se deteriore la calidad crediticia de las firmas más expuestas a los riegos económicos o de aquellas cuyo negocio requiere un elevado apalancamiento y un continuado acceso a la financiación de mercado, a diferencia de los bancos que operan en economías más estables, que tienen un capital sólido o un negocio diversificado.
Debilidad estructural
En esta misma línea, S&P incide en las limitaciones de la financiación y recuerda que el «extraordinario apoyo» prestado por los organismos públicos que está ayudando a estabilizar la solvencia de la banca , pero incide en que las medidas de las entidades centrales son una evidencia de la «debilidad estructural» que existe en parte del sector.
Respecto a la transición a unos requisitos regulatorios más estrictos, la agencia sigue creyendo que es probable que las reformas amplíen el alcance de las medidas de fortalecimiento de los balances ya iniciadas por muchos de ellos y que podrían provocar «cambios fundamentales» en modelos de negocios y precios de productos.
Por último, S&P también cree que será difícil que los Gobiernos retiren el apoyo a las entidades en el corto plazo, por lo menos hasta que se restaure la confianza en los mercados. «Sin embargo, las operaciones de rescate en el sistema bancario en los últimos años han incrementado los déficits públicos y muchos han reducidos su capacidad y voluntad de aportar apoyo a futuras crisis», añade.
Así, incide en que el «extraordinario apoyo» aportado por los Ejecutivos, los bancos centrales y las organizaciones supranacionales es, ahora mismo, el «factor de estabilización más importante» para muchos de los ratings que la agencia les otorga.
