La sala de vistas del viejo Palacio de Justicia de la calle San Agustín será escenario la próxima semana de la celebración de uno de los juicios orales de mayor duración que se recuerdan, debido a la alta cifra de acusados, catorce, que se enfrentan a penas de prisión que oscilan entre los cinco años y los quince meses, ya que la Fiscalía de Segovia les considera autores de delitos contra la salud pública, al formar parte de una red de distribución de cocaína en España, según el Ministerio Público, y de pertenencia a grupo criminal.
Los hechos juzgados se remontan a 2011. Precisamente, en diciembre de ese año la Subdelegación del Gobierno en Segovia y la Comandancia de la Guardia Civil informaron de la detención de 17 personas en el marco de la Operación ‘Renco’ antidroga.
Pero la investigación había comenzado seis meses antes, en junio de ese año, a raíz de la localización de cerca de medio kilo de cocaína en un vehículo interceptado por agentes de la Guardia Civil en la autovía A-6, en la provincia de Segovia. En ese momento se detuvo a dos personas y se inició una investigación, con la autorización del Juzgado número 4 de Segovia, para conocer la procedencia de la droga incautada.
Así, el equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil averiguó que el lugar de origen era la localidad madrileña de Leganés, donde un varón, auxiliado por su mujer y por el hijo de esta última, distribuía la sustancia. A partir de ahí descubrieron que también se realizaban desde este municipio suministros periódicos a una de las acusadas, de nacionalidad brasileña, residente en La Coruña, utilizando para el transporte de la droga, generalmente, el autobús de línea regular.
Las investigaciones llevaron a la identificación de todos los acusados, quienes, según los agentes especializados cumplían diferentes funciones: custodia, transporte, ocultación, distribución a otros traficantes o a consumidores, etc.
El 17 de diciembre de 2011 tres de ellos se desplazaron a la estación de autobuses madrileña de Méndez Álvaro, ya que uno iba a proveer de droga a la citada mujer brasileña con residencia en La Coruña, trasladando 1,5 kilos de cocaína en una mochilla, y acompañado en el viaje por una niña de corta edad. La Guardia Civil interceptó el autobús en el que viajaban en el kilómetro 81,1 de la autovía A-6, en término de Villacastín, y encontró un cilindro de color blanco que resultó sospechoso.
A raíz de ahí, el juzgado segoviano cursó mandamientos de entrada y registro en los domicilios de varios sospechosos en nueve viviendas de Madrid, una de Leganés, una de Getafe y otra de La Coruña, donde la Guardia Civil intervino cocaína y otros objetos, como útiles, sustancias para el corte de la droga, una catana, dos pistolas simuladas, una pistola de de bolas de plástico, una veintena de relojes de marca, pulseras, anillos y 36 teléfonos móviles, entre otros.
La Subdelegación del Gobierno informó de que, en total, la Guardia Civil intervino en la operación cuatro kilos y 350 gramos de cocaína (dos kilos aproximadamente en Segovia) y en torno a otros cuatro kilos y medio de “cocaína de corte”, además de dos litros de líquidos para procesar la droga.