La Audiencia Nacional absolvió esta vez al ex portavoz de Batasuna Arnaldo Otegi por participar en un acto de homenaje al expreso etarra José María Sagarduy en 2005, hechos por los que ya fue condenado, pero que el Tribunal Supremo anuló al estimar que una juez «prejuzgó» su culpabilidad.
En su sentencia, la sección cuarta de la sala de lo penal señaló que no puede dar por probados hechos que las acusaciones no han formulado en sus escritos, en los que incorporaban recortes de prensa con unos entrecomillados que no se corresponden con la grabación del acto proyectada durante el juicio.
Asimismo, los magistrados Javier Gómez Bermúdez, Carmen Paloma González y Nicolás Poveda, que sustituyeron al primer tribunal que condenó a Otegi presidido por la juez Ángela Murillo, muestran sus dudas sobre la finalidad del discurso que pronunció el líder abertzale, que se enfrentaba a una petición fiscal de 18 meses de prisión, por su comparación del presidiario de ETA con Nelson Mandela.
El dictamen consideró probado que el 9 de julio de 2005 se celebró en Amorebieta un acto para exigir la puesta en libertad del preso terrorista -que llevaba 25 años en la cárcel- que fue organizado a instancias de su familia y diversas entidades culturales y deportivas, y otras políticas como Gestoras Pro Amnistía.
Tras conocerse esta resolución, la Audiencia Nacional tiene aún pendiente pronunciarse sobre la participación del líder abertzale en el intento de reconstruir Batasuna a través del proyecto Bateragune, que le enfrenta a una petición fiscal de 10 años de prisión.
Una condena histórica
Una de cal y otra de arena. Si ayer la Audiencia absolvió a Arnaldo Otegi, también impuso una condena de 377 años de cárcel al antiguo jefe militar de ETA Garikoitz Aspiazu, Txeroki, por el intento de asesinato de la ex teniente alcalde de Portugalete (Vizcaya) Esther Cabezudo en febrero de 2002 en la primera ocasión que España juzgaba a este terrorista. Así lo acordó la sección primera de la sala de lo penal de este tribunal después de que el mes pasado fuera absuelto por la sección cuarta por el intento de asesinato del vicepresidente del Grupo Correo, actualmente de Vocento, Enrique Ybarra, que recibió un paquete-bomba en enero de 2002.
Por otro lado, el Departamento vasco de Interior prohibió ayer la celebración de cuatro concentraciones convocadas para el sábado, día 30, en distintas carreteras de Álava para reivindicar los derechos de los presos de ETA, al considerar que pueden poner en riesgo la seguridad vial.
