La mujer de 65 años que sufrió el pasado domingo el ataque de varios desconocidos en el interior de su vivienda con el propósito de robarla, continúa ingresada en el Hospital recuperándose de las heridas sufridas.
El suceso tuvo lugar el pasado domingo por la noche, cuando tres encapuchados sorprendieron a la mujer a la que esperaban dentro de su casa con el propósito de sustraerla objetos de valor y dinero. Al parecer, y tal como han relatado algunos familiares, la golpearon hasta el punto de dejarla la cara desfigurada y llena de hematomas. Además tenía varios dedos rotos, quizá tratando de defenderse.
Anastasia Muñoz Sastre, conocida en el pueblo con el nombre de Tasita, sufre algunas dolencias y presenta algunos problemas de movilidad. De este modo, los vecinos de Abades se han visto doblemente conmocionados por este suceso, puesto que consideran que la violencia con la que golpearon a la mujer es totalmente “desproporcionada” y “exagerada”.
Así lo calificaba ayer Mariano Moreno, hombre cercano a la familia y natural del pueblo. Además es alcalde de la localidad próxima de Lastras del Pozo. Según dijo, en los últimos meses han sido varios los sucesos que han estremecido al vecindario de Abades. En este sentido denunció que este fin de semana también un hombre de Lastras del Pozo fue víctima de otro robo por parte de dos mujeres, que le sustrajeron algunos objetos que llevaba encima. “Ahora hay una cierta psicosis, sobre todo entre la gente mayor; y sobre todo preocupa la violencia con la que actúan algunos de estos ladrones.
En observación
La mujer agredida en Abades permaneció durante todo el lunes en la Unidad de Vigilancia Intensiva (UVI) del Hospital General, y ayer fue trasladada a una habitación, donde continúa en observación. Según el relato que aportó a los primeros vecinos que acudieron a socorrerla, los delincuentes habrían saltado la tapia trasera de la casa y entraron, desde un patio interior, a las habitaciones. Los ladrones la exigieron que les entregara, rápidamente, todo el dinero y las joyas que tuviera en casa.
Una vecina de la misma calle Cantarranas, Ángeles de Gustín, se extrañó de oír ruidos en la vivienda colindante. “Dado su delicado estado de salud —explicaba— me sorprendió que moviera las sillas de una forma tan brusca”. Decidió entonces ir a preguntarla, por si pasaba algo, y cuando abrió la puerta de casa empezó a oír gritos de auxilio. Los malhechores se habían esfumado ya.
El estado en que halló a la asaltada era patético. “Tenía la cara de color carmesí”, explicaba la vecina. A continuación avisó a otros residentes en la calle y, en pocos minutos, se formó un grupo que ayudaron a socorrerla.
Los servicios médicos y la Guardia Civil se presentaron en poco tiempo. La víctima fue sometida a una primera cura allí mismo. Pero a continuación fue evacuada al Hospital de Segovia, donde precisamente había estado esa tarde visitando a su marido, que se encuentra enfermo y recién sometido a una intervención quirúrgica.
Desde la Subdelegación del Gobierno indicaron que agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil han acudido al domicilio de la víctima en busca de rastros que puedan ayudar a detener a los culpables.
Mientras, los vecinos ven con estupor lo ocurrido y confían en que pueda hacerse justicia una vez más con este nuevo caso que ha conmocionado a todos sus habitantes.
