La ampliación de la presa de Puente Alta —también denominada embalse de Revenga— no solucionará por sí sola los problemas de abastecimiento de agua de la ciudad de Segovia y su alfoz. Así se deduce del “Anteproyecto de recrecimiento de la presa de Puente Alta”, un trabajo elaborado por la empresa ‘Ingeniería Idom Internacional S.A.’ actualmente en periodo de información pública, que presenta numerosas diferencias con respecto al estudio que encargó el Ayuntamiento de Segovia en 2009 a la empresa ‘Ingeniería Civil Internacional S.A.’ (INCISA) después de que, en el noviembre de 2009, el pantano del Pontón Alto registrase mínimos históricos.
En esa fecha, el Ayuntamiento de Segovia, una vez constatado el problema que se avecinaba, al no disponer de agua suficiente para atender la demanda de los próximos años, se planteó el recrecimiento del embalse de Puente Alta, con la intención de que su volumen de embalse pasara de los 2,5 hectómetros cúbicos actuales hasta unos 6. El proyecto, defendido con ardor por el alcalde de Segovia, Pedro Arahuetes, contó con el apoyo inicial de la Junta y el Estado, que fue quien tomó el relevo del Ayuntamiento en la larga tramitación de una infraestructura de este tipo.
Después de que la sociedad estatal “Aguas de las Cuencas del Norte” adjudicara el 17 de octubre de 2012 a ‘Ingeniería Idom Internacional S.A.’ el concurso para la redacción del “Anteproyecto de recrecimiento de la presa de Puente Alta”, técnicos de dicha empresa, dirigidos por Pablo Jiménez Olavarría, han elaborado el documento ahora a exposición pública en cuyas conclusiones se indica que “sería necesario plantear otras actuaciones complementarias a la del recrecimiento” (de Puente Alta), dado que, de los estudios realizados se infiere que “la cuenca del río Frío por sí sola no puede asumir todo el crecimiento previsto para la zona de Segovia”. En ese sentido, el anteproyecto sostiene que el recrecimiento “se debería enmarcar dentro de una planificación que abarque toda la cuenca del río Eresma”. Insistiendo en esa misma idea, el extenso documento (ocho volúmenes) indica que “cabría pensar en la planificación de nuevas infraestructuras que sean capaces de regular un mayor volumen de agua dentro de la cuenca”.
Discrepancias técnicas
Entre los trabajos realizados por las empresas de ingeniería ‘INCISA’ e ‘Idom’ se perciben numerosas discrepancias que condicionan la viabilidad futura del proyecto.
Así, mientras que INCISA, basándose en un estudio de las aportaciones de agua a la cuenca del río Frío desde 1946 a 2006 estimaba que la aportación media era de 14,03 hectómetros cúbicos anuales, Idom utiliza datos entre 1975 y 2006, al considerar que es una serie “suficientemente representativa”, y llega a la conclusión de que la media anual es sensiblemente más baja, de 7,65 hectómetros cúbicos. Idom advierte además que, por efecto del ‘cambio climático’, previsiblemente las lluvias se reducirán en las próximas décadas en una cuenca, la del río Frío, ya de por sí pequeña, de 23 kilómetros cuadrados, otro hecho que podría dificultar el proyecto.
Con respecto al presupuesto de la infraestructura, la cifra final que presenta Idom prácticamente duplica la estimada por INCISA. El estudio de esta última empresa, que incluía el recrecimiento de la presa, las conducciones entre el embalse y Segovia, la adaptación de la potabilizadora de Rancho del Feo y la construcción de una estación de bombeo para llevar agua hasta el Rancho del Feo, suponía una inversión que rondaba los 32 millones de euros. Para Idom, únicamente el cuerpo de la presa costaría ese dinero. Si a esa cifra suma el aliviadero, el desagüe de fondo, la toma de agua, un edificio de control, los accesos a la presa, el desvío del río, la deforestación del vaso, medidas correctoras de impacto ambiental, servicios afectados y estudio de seguridad y salud, la cantidad se eleva a 43,2 millones. Y añadiendo un 13% de gastos generales, un 6% de beneficio industrial, un 21% de IVA y las expropiaciones, estimadas en 734.760,46 euros, el presupuesto final se coloca en 63.075.166,23 euros.
Anteproyecto
Por lo que respecta al anteproyecto en sí, Idom ha planteado tres alternativas. La primera, C1, es la más próxima a la presa actual, y la tercera, C3, la más alejada y la de menor cota (1.175 metros sobre el nivel del mar). Entre ambas ha proyectado otra alternativa, C2, intermedia. En las tres, la reposición de la carretera N-603 se realizaría a través de la coronación de la presa.
Una vez diseñadas esas alternativas, Idom ha sometido a las tres a diversas evaluaciones, con el fin de elegir la mejor. Así, del análisis geológico realizado los técnicos ha concluido señalando que la alternativa que en principio conllevaría menor problemática es la C3. En cuanto a la valoración económica, el anteproyecto asegura que “la reposición de la carretera N-603 es más económica en la alternativa C3”. Y, por último, del análisis medioambiental llevado a cabo se deriva que es la alternativa C3, la que se considera de menor impacto. “Por lo tanto, cabría concluir que la alternativa C3 es la óptima entre las tres soluciones analizadas”, concluye el anteproyecto.
