Tras la aprobación esta semana de las Áreas de Regeneración Urbanas (ARU) de los barrios de las Canonjías y de San José Obrero y El Palo-Mirasierra por el Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León, la alcaldesa, Clara Luquero, ha señalado que el Ayuntamiento está preparado para avanzar en estos dos proyectos “cuanto antes”.
En este sentido, Luquero añadió que los siguientes pasos dependen de las otras dos administraciones, el Gobierno central, a través del Ministerio de Fomento, y la Junta de Castilla y León, con la Consejería de Fomento y Medio Ambiente.
Antes de abordar obras en estas dos zonas de la ciudad y de convocar ayudas para propietarios de inmuebles será necesaria al firma del convenio correspondiente por los representantes de las tres administraciones implicadas.
La alcaldesa dijo que lo que aprobó el jueves el Consejo de Gobierno fue la memoria proyecto del Ayuntamiento y recordó que se han comprometido asignaciones presupuestarias para las actuaciones previstas en estos barrios. Como se recordará, se trata de dos programas de rehabilitación que quedaron suspendidos y que hasta el año pasado se denominaban Área de Rehabilitación del Centro Histórico de las Canonjías (ARCH) y Área de Rehabilitación Integral (ARI) de San José-El Palo Mirasierra. La nueva denominación, que hace hincapié en la regeneración urbana, responde también a algunos criterios nuevos, como la posibilidad de que los propietarios particulares puedan acceder a algunas ayudas para mejorar la accesibilidad en el interior de viviendas y locales, ya que con los anteriores programas únicamente era posible en portales y zonas comunes.
“Nosotros hemos actuado con celeridad y hemos presentado enseguida la memoria proyecto para su aprobación”, explicó la alcaldesa, quien insistió en que el equipo de Gobierno “lo que quiere es avanzar” porque ya está preparado el proyecto para un ARU en el barrio de El Salvador, a los que se sumarán otros dos en La Albuera y San Lorenzo “en los que hay que trabajar pero que ya están en mente”.
No quiso hablar de plazos — “dependemos de la Junta”, insistió—, al tiempo que recordó que si los programas de San José y Canonjías tuvieron que paralizarse el año pasado fue “porque el Ministerio cambió el modelo rehabilitador y no podíamos seguir sin un marco regulador, existía el riesgo de que no se dieran las subvenciones y esperamos porque así nos lo aconsejaron los técnicos”.
