La Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) mantendrá la huelga para las dos primeras jornadas de Primera y Segunda División, tras no alcanzar un acuerdo con la Liga de Fútbol Profesional (LFP) para la negociación del convenio colectivo en la reunión que mantuvieron ayer en la sede de la patronal en Madrid.
Las principales diferencias entre ambos organismos radican en la exigencia por parte del sindicato de futbolistas de un nuevo convenio que garantice los cobros de todos los contratos.
La AFE exige también que en el nuevo pacto prime la Ley del Deporte por encima de la Ley Concursal para que los clubes que tengan deudas no puedan eludirlas aprovechando la interpretación estrictamente mercantil de dicha legislación.
«Hemos llegado a nuestro tope, pero no podemos dar más de lo que tenemos», apuntó el presidente de LFP, José Luis Astiazarán, quien confirmó que este fin de semana no habrá encuentros.
Para Astiazarán, el sindicato de jugadores ha demostrado «mayor dureza» al convocar un paro que siguen considerando injustificado. «Las diferencias son importantes y tenemos que seguir avanzando. Hay ciertos equipos con problemas de impagos, pero estamos en una situación económica compleja y es más complicado lograr patrocinadores», justificó.
El presidente del organismo, quien confesó que mantienen «serias discrepancias» con la AFE en el fondo de garantía salarial, anunció que mañana se han citado de nuevo y que, incluso, el fin de semana podrían «seguir trabajando» para tratar de desbloquear la situación para el fin de semana del 27 y 28 de agosto.
Sobre el fondo de garantía social, el dirigente afirmó que «es un esfuerzo importante que hace la Liga. Estamos hablando de cifras de alrededor de 8.000 millones de las antiguas pesetas, 50 millones de euros, de una manera que conseguirlos es bastante complejo dada la situación económica que tenemos ahora», recalcó.
«Hemos aprobado un sistema de control económico y un fondo de garantía concursal» y remarcó que estos pasos que se ha dado en los últimos meses «garantizan una serie de cantidades importantes para aquellos jugadores con problemas en sus equipos».
«Es cierto que hay clubes con problemas con sus jugadores por causa de impagos», admitió Astiazarán, que, no obstante, precisó que no son más del 20 por ciento de futbolistas, una cantidad que comparó con la tasa de paro que hay actualmente en España, y resaltó que «al menos los futbolistas tienen trabajo».
Por último, al ser cuestionado por los periodistas por el calendario liguero, que habrá que modificar, el mandatario apostilló que se adaptará de la mejor forma posible. «Es muy duro que haya huelga, pero nosotros no podemos dar más de lo que tenemos. Tenemos que ser responsables con los compromisos que hemos adoptado», finalizó.
Posturas distantes
Por su parte, el gerente de la AFE, Luis Gil, destacó que seguirán trabajando para que se cumplan las reivindicaciones, y denunció que la Liga no quiere acortar distancias. «La convocatoria es firme. No hemos conseguido nada», lamentó.
«Las posturas son todavía muy distantes. Desde este punto de vista, nosotros vamos a seguir trabajando por los futbolistas, y nos hemos emplazado a pasarnos información e intentar avanzar».
Según algunas fuentes, la huelga se podría desconvocar en la reunión que mantendrán mañana, algo que parece bastante improbable debido a las divergencias entre la LFP y AFE, pero que «logísticamente sería imposible» que hubiera fútbol este fin de semana, debido a que ese día se tendría que disputar un partido de Segunda, el Villarreal B-Hércules, y a que hay que organizar el desplazamiento de los equipos, de los árbitros y la apertura de los estadios.
