Con poco más de una semana de trabajo, la Academia de Artillería ya avanza hacia el desarrollo de un nuevo curso, marcado este año por el reto de alcanzar la certificación de calidad EFQM y por la conmemoración del 250 aniversario de la creación del centro de enseñanza militar más antiguo de Europa. El director de la Academia expresa en esta entrevista su deseo de alcanzar el éxito en ambos retos, que demostrarán a la sociedad que la labor desarrollada en el mismo va más allá que la mera formación de oficiales y suboficiales del arma.
Una vez puesto en marcha el curso ¿Cuáles serán las líneas de trabajo académico previstas para el presente ejercicio?
Este año en cuanto al número de alumnos vamos a notar una pequeña reducción porque no se nos incorporan por primera vez los alumnos de cuarto curso. El nuevo sistema de enseñanza militar superior se los lleva a la Academia General Militar, lo que supone una reducción de unos treinta alumnos, pero tendremos tres cursos de formación de suboficiales mas los alumnos de quinto curso pertenecientes al anterior modelo, lo que totaliza cerca de 200 alumnos.
Este año, los alumnos de suboficiales que han cursado en los dos primeros años en mecatrónica y administración de sistemas informáticos en red llegan este año al tercer curso y al alcanzar tercero van a tener un sistema muy parecido a lo que teníamos en segundo curso, pero hay que hacer adaptaciones para incorporar un mes de formación en centros de trabajo así como un trabajo de fin de curso.
Las prácticas de formación quizá se hagan en centros militares, para que estén inmersos en un centro militar, y de esta manera mantener su formación militar y moral sin que suponga un quebranto. Pero no se van a realizar en unidades específicas, sino en parques y centros de mantenimiento, lugares en los que ellos pueden aplicar prácticamente lo que han estudiado; ya que en una unidad aún es pronto porque aún no tienen conocimientos prácticos. Así, creemos que serán unos magníficos suboficiales
Con este nuevo modelo, los suboficiales llegan a las unidades con una mejor formación, mucho más técnica y más completa, y tenemos que adaptar la Academia a un alumno con una nueva mentalidad, mayor preparación y más capacidad crítica, y eso tendremos que hacerlo en este tercer curso, consiguiendo artilleros que sean buenos prácticos, muy pegados al material, que sean buenos líderes y buenos soldados.
En oficiales, tenemos los del último curso del sistema antiguo y el próximo curso se nos incorporarán los del sistema nuevo, por lo que nos ocurrirá lo mismo que con los suboficiales. Llegarán con más conocimientos técnicos y para ello tendremos este año que diseñar muy bien no ya el qué sino el cómo vamos a hacer la formación de los alumnos del nuevo sistema. En los últimos años, cada año hemos ido elevando el nivel de formación científica para que no haya discontinuidades entre dos sistemas diferentes de formación, porque si los hay al final hay problemas que hemos tratado de evitar con una formación cada vez más científica.
Sin duda, otro de los grandes desafíos será la conmemoración del 250 aniversario de la Academia de Artillería, para lo que estamos ya ultimando un conjunto de actividades, que irán desde una exposición sobre la evolución de la ingeniería, otra sobre el armamento y otra que tendrá una connotación más artística. También habrá conferencias, conciertos y un acto institucional, lo que supondrá un importante desafío en tiempos como estos, con dificultades de financiación.
También ultiman los detalles para conseguir la certificación de calidad EFQM para la actividad de la Academia. ¿Qué ventajas prácticas les daría la obtención de este certificado?
Para la Academia, es todo un reto conseguir la certificación de calidad EFQM. El año pasado hicimos una auditoría interna, que fue muy buena y otra externa en la que nos sitúa en una posición destacable, por lo que este año estamos en condiciones de abordar este reto, y si todo va bien, para el segundo semestre de 2014 podremos conseguirla.
La certificación de calidad no deja de ser un reconocimiento visual de la calidad del centro reconocida y contrastada. Pero lo más importante es el trabajo previo. La Academia lleva mucho tiempo en un proceso de cambio de estructuras que le permiten acceder a esta certificación y eso supone un compromiso con el respeto medioambiental, recursos humanos, sostenibilidad energética, riesgos laborales, etc.
Para mucha gente, la Academia es solo un centro de formación de cadetes, pero actualmente sólo dedica el 15% de su esfuerzo, y el 85% se dedica a muchas otras facetas muy distintas. Así, las unidades que pasan por aquí en el simulador para formarse dejan una serie de conocimientos que nosotros procesamos en un proceso de gestión del conocimiento que aplicamos a nuestros alumnos o en forma de reglamentos, para que el conocimiento compartido nos permita avanzar. Todo ello funciona de una manera engranada y suave.
