La Universidad de Valladolid, institución a la que pertenece el campus María Zambrano de Segovia, ha encargado 21 medidores de la calidad del aire–CO2 y temperatura, que llegarán a los centros académicos antes de que finalice el año. El objetivo es comprobar si la ventilación de los espacios docentes es adecuada o no. Según la Guía del RD 486/1997 de lugares de trabajo, la medición del CO2 es una de las formas más habituales, sencillas y rápidas para comprobar el buen funcionamiento de la ventilación de los locales.
Junto a las medidas de seguridad e higiene la Universidad de Valladolid que, según asegura en un comunicado “trabaja de forma comprometida en la lucha contra el Covid-19 desde que fue declarada la pandemia, lleva a cabo también acciones de protección y detección. Así, la UVa ha puesto en marcha de un programa de pruebas de detección del virus para los profesores, investigadores y personal de administración y servicios.
Pruebas
El número de pruebas realizadas asciende a 2.272 –la plantilla de la Universidad de Valladolid es de 3905–, lo que supone que cerca del 60% de los trabajadores de la institución académica se ha sometido a estas pruebas serológicas, la mayoría a lo largo del mes de octubre.
Una vez hecho el primer análisis, se han tenido que realizar 30 pruebas PCR a las personas con indicios de estar potencialmente padeciendo la enfermedad de manera asintomática, y únicamente una persona, que había desarrollado síntomas, ha resultado tener PCR positivo.
Según los últimos datos de los que dispone el delegado del Covid-19 de la UVa, el vicerrector Julio Grijalba, la incidencia acumulada de la enfermedad en la Universidad de Valladolid está muy por debajo de la que registra el conjunto de la Comunidad de Castilla y León. En concreto, entre el 17 y el 30 de noviembre, se declararon 56 casos covid entre los estudiantes de la UVa, cifra que supone una incidencia de 265 por 100.000 matriculados; y 11 entre el colectivo de los trabajadores, dato que arroja una incidencia de 282 casos.
