Cada 7 de enero, los quintos y quintas de Otero de Herreros se suben a caballos y burros para celebrar una de las tradiciones invernales más arraigadas en la provincia: La carrera de cintas. A través de esta bonita tradición, los quintos de este 2025 se estrenan como tales, en el primero de los muchos actos que protagonizarán a lo largo del año.
La fiesta comenzó a las 17.00 horas en los terrenos del campo de fútbol, donde gran parte de los vecinos se acercaron a contemplar la carrera. Como manda la tradición, los dos extremos de una soga se ataron a dos máquinas (antiguamente, a carros), de donde pendían varias cintas atadas por los mismos quintos. Después, comenzaba la diversión, con sus compañeros pasando al galope bajo la cuerda para atraparlas al vuelo. Esta vez fueron tres, dos chicos y una chica, quienes se encargaron de demostrar su pericia para atrapar el preciado trofeo sobre la grupa de un caballo.
A continuación, llegaba el turno de los y las ‘acompañantes’, que serán quintos en 2026 y que también cruzaron intentando atrapar las cintas a pesar de que los animales dieron algún que otro quebradero de cabeza a sus inexpertos jinetes, para lograrlo.
Como manda la tradición, los quintos de este año recorrieron después a caballo el camino que les separa de Ortigosa del Monte, donde también se celebraba San Julián, dejando tras de sí a familia y amigos que en muchas ocasiones, recuerdan con nostalgia su propia carrera de cintas. Con esta celebración, Otero de Herreros también despide las navidades y da la bienvenida al nuevo año, cargado de buenos deseos .
