Juntando las letras iniciales de Collado Hermoso se forma un sencillo acrónimo (C y H) que ha dado título (Costumbre y Herencia) a un encuentro etnográfico celebrado este fin de semana en la localidad serrana. La actividad ha sido auspiciada por el Ayuntamiento de Collado Hermoso –donde gobierna el popular Miguel Ángel de Vicente- y conducida por el prestigioso etnógrafo Carlos Porro.
En consonancia con proyectos similares que ya existen a nivel regional, ‘Costumbre y Herencia’ ha nacido con la declarada intención de “poner en valor elementos culturales prácticamente olvidados”. Entre sus metas trataba de “dar visibilidad”, a manifestaciones como la vaquilla de Carnaval u oficios en declive, como el de alfarero o cestero, para que el público que se acerque conozca su historia y su vigencia actual. “Entendemos que con encuentros de este tipo se puede potenciar una comarca”, declaraba Porro, quien insistía en que ‘C y H’ “no es una feria al uso”, donde se reúnen decenas y decenas de puestos de todo tipo, sino que en Collado Hermoso únicamente tenían cabida los vinculados al folklore, esto es, a la cultura popular.
‘C y H’ arrancó la mañana del sábado con la inauguración de una exposición, de vaquillas de Carnaval, muy similar a la que ya pudo visitarse el pasado mes de febrero en el Patio de Columnas de la Diputación de Segovia. Desde entonces, la promoción llevada a cabo de tal rito ha permitido que otros dos pueblos de Segovia (Collado Hermoso y Brieva) hayan recuperado su vaquilla de Carnaval. Junto a estas dos últimas, que hacían su presentación en sociedad, estaban las de Arcones, Caballar, Casla, Fuenterrebollo, Gallegos, Grado del Pico, Matabuena, Navafría, Orejana, Prádena, Santo Tomé del Puerto y Torreval de San Pedro. El historiador Guillermo Herrero resaltó que la visibilidad que se ha dado en los últimos años al rito en Arcones ha repercutido en un “florecimiento” de las vaquillas de Carnaval en toda la provincia, como demuestra el creciente número de pueblos que manifiestan su interés en recuperar dicha tradición.
A continuación, los gigantones y cabezudos de La Pinaza (Íscar), acompañados de dulzaineros, fueron llevando a los asistentes hasta los puestos de artesanos, ubicados en el exterior del centro cultural de Collado Hermoso. Allí contaban con un puesto Alfarería Martín (Fresno de Cantespino), el taller de paja de centeno de San Pedro de Gaíllos, las camisas de corchados de Carbonero el Mayor, el artesano de instrumentos musicales Toño Clavel (Palencia), y tenía también representación la joyería tradicional segoviana, además de quesería de Sacramenia, dulces de Cuéllar o embutidos de Bernardos. Y no faltaba un stand con libros y discos de temática folklórica.
La mañana estuvo, sin duda, animada. Pero por la tarde había más, mucho más. Porro dirigió un taller de indumentaria tradicional y a continuación, ofreció una conferencia sobre el mismo tema, en la que defendió que el traje de serrano era “muy diferente al del resto de la provincia de Segovia”. “En esta comarca –añadió- primaba la materia prima local; casi todo se hacía con productos de la comarca, como el lino, de forma que se llegó casi a una autarquía”. Tal indumentaria sufrió un rápido declive tras la Guerra Civil española, siendo después sustituida por otras modas poco respetuosas con la tradición. La tarde se cerró con un taller de baile de cintas y la actuación de dos grupos de danzas de paloteo, de Veganzones y Saldaña (Palencia).
Ayer domingo, el protagonismo de ‘Costumbre y Herencia’ se lo llevó la misa serrana, que volvió a celebrarse tras seis décadas en el olvido. La historia de esta misa resulta, cuanto menos, curiosa. Se interpretaba, por dulzaineros, en algunos pueblos de la comarca que no contaban con órgano o armonio en sus iglesias. Fue recogida en los años 40 por el dulzainero Mariano Contreras, quien la aprendió del sacristán de Collado Hermoso. Y mucho después, ya en los años 80, fue transcrita en partituras por hijo del antedicho dulzainero, Félix Contreras, quien se empeñó así en evitar su desaparición. Ayer, por fin, la misa serrana “resucitó”. “Como la misa serrana, en esta comarca hay muchos elementos culturales que necesitan ser puestos en valor. Estos elementos demuestran que se trata de una comarca rica, a pesar del olvido en el que ha estado durante mucho tiempo”, concluía Porro.
‘Costumbre y Herencia’ concluyó, pues, dando la sensación de que eso que popularmente se conoce como “la tradición”, no es solamente algo del pasado, sino que si se sabe cuidar puede brindar multitud de oportunidades para las generaciones venideras, pues proporciona autenticidad a todo cuanto toca, y en un mundo cada vez más global, triunfa quien consigue diferenciarse. “Conoce de dónde venimos para decidir a dónde quieres ir”, rezaba el slogan de ‘C y H’.



